En el seno de la UGT de Ávila han querido sumarse al 130 aniversario del sindicato y de la mano de Jesús María Sanchidrián han recuperado la figura de Norberto Sanchidrián González, abulense de pro, de Mingorría para más señas, hombre de acción sindical y «sindicalista» para siempre, además de socialista histórico, condenado a muerte, expresidiario, exiliado y emigrante en Alemania.
Todo eso fue Norberto Sanchidrián para los organizadores de este acto en su memoria que contó este lunes en Ávila por supuesto con su familia, muy emocionada, especialmente su nieta Michelle, por volver a recordar a quien en palabras de su hijo Isacio fue «el mejor padre que alguien puede tener» y quien destacó que para su progenitor «su blasón, su medalla fue siempre ser miembro de UGT». «Fue un hombre que siempre tuvo claro que el sindicalismo hoy, ayer y siempre es la mejor manera de defender el interés de todos»
Un hombre de firmes convicciones, trabajador incansable y también crítico con quien tuvo que serlo, "incluso con el PSOE y con la UGT", sobre todo cuando ejerció de responsable de comunicación del sindicato en Gijón.
Cabe destacar que en la organización de este homenaje está la Unión de Jubilados de UGT de Ávila y en su nombre habló el presidente, Isaac Muñoz Quirós, quien aseguró que era un acto de justicia. Para la ocasión también se invitó a José María Arche, compañero de Norberto durante su exilio en Alemania y quien destacó de Norberto que fue «un organizador enorme de la UGT en Alemania»; así como al secretario general de la UGT en Asturias, Javier Fernández. Fue él quien ensalzó la amplia labor del homenajeado en Asturias, tanto en el sindicato como en el PSOE y «era obligado estar hoy aquí», «poner en valor a esta persona es fundamental porque es historia del sindicato» y encarnó los valores que rigen en este «el compromiso y la solidaridad». Las de unas siglas que vieron la luz, recordaba, cuando no había «ningún derecho» y se luchó por ellos: «Por la libertad, la democracia y la justicia social».
Y es que minutos antes de empezar el homenaje, recordaban que aunque nacido en Mingorría en 1914 falleció en Gijón en 1990 y es que Asturias fue parte de su vida, como lo fue Madrid ya que estuvo ligado a su sindicato del comercio, del mismo modo que pasó por las milicias republicanas asturianas. Pasó por las cárceles franquistas «cumpliendo la pena conmutada de condena a muerte y en la posguerra fue perseguido por el Tribunal Especial de Represión».También forjó su personalidad en la clandestinidad sindical, en el exilio y como emigrante en Alemania, en la transición democrática, en la movilización y en la participación política así como en «la siempre reivindicativa lucha obrera en Gijón». De hecho figura en la galería de líderes sindicales del salón de actos de UGT de esta localidad asturiana.
En definitiva, un hombre al que homenajear «por su trayectoria vital de tantísimas facetas» y del que dar cuenta para que lo conozcan «las generaciones venideras», además de para devolverle a sus orígenes, decía Jesús Mari Sanchidrián. Un gesto con más sentido aún en los tiempos difíciles que corren y que a juicio del secretario general estatal de la UGT, Anatolio Díez, lo son más duros aún para los jubilados, organizadores del acto. Fue este último quien se encargó de poner sobre la palestra la falta de presupuestos generales «los más sociales de los últimos años» que no logró aprobar Pedro Sánchez «por la pinza de una parte de la izquierda y la derecha», y también la ruptura del Pacto de Toledo, que de nuevo pone en peligro las pensiones.