Editorial

El inicio del curso político en Ávila no anima demasiado

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El curso político, al igual que el escolar, ya está en marcha en la provincia de Ávila, igual que en el resto de España. Atrás queda un verano del que lo primero que hay que destacar es, afortunadamente, la ausencia de grandes incendios, en nuestros bosques, un alivio teniendo en cuenta años precedentes. Y eso a pesar de las sofocantes temperaturas que hemos tenido que sufrir durante, principalmente, la segunda quincena de julio y la primera de agosto, con temperaturas muy por encima de los 30 grados. No extraña nada que el pasado mes de agosto fuera el más cálido en Ávila desde 1900, lo que debe servir de aviso y concienciación para los que todavía dudan de que algo está pasando con el clima, se llame cambio climático, efecto invernadero o lo que sea. 

Olvidados ya los bañadores, pasado el Mercado Medieval y a la espera de las Fiestas de La Santa, Ávila se va quitando la galbana veraniega y se prepara para un curo que, si atendemos a las expectativas originadas en su inicio, la verdad es que no anima demasiado. La falta de entendimiento en el Ayuntamiento para elaborar un presupuesto, y la ausencia de un potente proyecto ilusionante desde alguna de las administraciones (local, regional o estatal), lastran las opciones de ser optimista y las posibilidades de pensar que este va a ser un ejercicio mejor que los más recientes.

En una entrevista que publica hoy este periódico el alcalde de Ávila, Jesús Manuel Sánchez Cabrera, vuelve a hacer un llamamiento a los tres grupos políticos de la oposición, Partido Popular, PSOE y VOX, para que puedan alcanzar con Por Ávila un acuerdo que permita al Consistorio abulense disponer de un presupuesto para 2025 que permita suprimir los recortes que asfixiaron al colectivo social y deportivo este año. Para ello, la propuesta del equipo de gobierno es, de nuevo subir los impuestos, principalmente el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), que es el que permite que llegue más dinero a las arcas municipales. Es su única apuesta porque, como dice el alcalde en esta entrevista, el gasto del Ayuntamiento ya no se puede recortar más.

De esta manera, los ciudadanos ven que estamos en el mismo punto que hace un año por estas fechas. Por Ávila repite propuesta y parece que la oposición lo que repite es su respuesta, por lo que una segunda moción de confianza (que sería la última del mandato) sobrevuela por el Mercado Chico. Dice el alcalde que esta situación a quien refuerza es al equipo de gobierno porque los ciudadanos «entienden que nosotros lo que queremos es hacer cosas y que la oposición lo que quiere es bloquear la ciudad». Tendrá sus razones para pensarlo y aún más para decirlo, porque lo mismo así puede que a alguien de la oposición le entren dudas. De lo contrario, más de lo mismo, malo para Ávila.