Javier López Luján (Ávila, 1998) no es de los que tenía claro cuando era pequeño a qué quería dedicarse de mayor. De hecho no fue hasta el instituto cuando descubrió que lo que más le gustaba era la geografía y la historia y pensó en ser Diplomático. Tiró por Relaciones Internacionales y ahí descubrió el Derecho y, de algún modo, inició uni idilio con la asginatura que le llevó a cursar un doble grado. Al final de la carrera empezó a ver claro que quería opositar para ser juez. Dos años y un mes le ha costado aprobar una oposición dura, en la que la media invierte cinco años. A sus 25 está preparando las maletas para acabar de formarse en la Escuela de Barcelona y en cuestión de año y medio tendrá su primer destino convirtiéndose en uno de los jueces más jóvenes de España. Todo un logro que bien merece esta entrevista.
¿De dónde le viene la pasión por la judicatura ?
No fue hasta segundo de carrera cuando empecé a descubrir las profesiones de juez y fiscal y dije, pues esto puede ser lo mío. En tercero me fui de Erasmus a Italia y al volver ya tomé la decisión de opositar a juez. También hice prácticas durante la carrera en despachos de abogados en Madrid para conocer un poco el mundo de la abogacía y así es como me terminé de decidir porque hasta quinto tenía dudas. Casi siempre tuve más claro opositar a juez, quizá porque tuve profesores jueces en la carrera que me trasladaban cómo era su trabajo, los fui a ver a juicios y nos animaban. La verdad es que me encantaba.
En definitiva que la decisión fue tomando forma a lo largo de la carrera porque… ¿Alguien de su entorno se ha dedicado antes a ello?
Nada, lo más cercano que tengo es un tío abogado y sí que he ido durante la carrera a juicios a verle cómo trabajaba, cómo era la vida del juzgado, pero aparte de eso no tengo nadie, cerca o no, jurista. Esta gente que dice que quiere ser juez desde pequeño y tal, yo no.
Habiendo aprobado las oposiciones en mucho menor tiempo de la media, imagino que durante la carrera no tendría problema en aprobar…
Siempre me he considerado un buen estudiante y es verdad que no me costaba mucho estudiar.
Esas oposiciones ¿las preparó sólo?
No, busqué ayuda . Esta oposición tiene tres exámenes, uno, tipo test y los otros dos que son cantes orales. Para ello tenía claro desde el principio que es necesario un preparador al que cantar una o dos veces a la semana, das clases con él... Cantar es algo que debes aprender a hacer.
Explíquenos ¿qué es eso de cantar?
En cada examen oral, que hay dos, son cinco temas que salen de 180 temas en el primer examen y 150 en el segundo. Tienes que cantar (exponer oralmente) cinco. Te dan 15 minutos para hacer un esquema y luego es una hora hablando tú solo. Por tanto para cada tema tienes entre 12 y 15 minutos hablando sin parar. No tienes tiempo para pensar lo que dices así que te lo tienes que saber de memoria. Por eso tienes que coger desde el principio un preparador. Yo elegí a un juez de Madrid, José Luis, que está en la Audiencia Nacional, al que había conocido en prácticas y que ya me advirtió que era muy duro y que iba a sufrir mucho, ahora bien me dijo que con él la gente se sacaba la oposición.
Y ha sido duro ¿no es cierto?
A mí el principio de la oposición me costó mucho adaptarme. Porque yo venía del verano de disfrutar con los amigos, con la pareja, con la familia. Y en septiembre fue encerrarme a estudiar. Los dos primeros meses fueron lo peor porque pensaba todos los días en que qué pasa si no es lo mío. No sabes si vas a poder aguantar todo ese tiempo.
Está claro que aguantó ¿y la familia y pareja cómo se lo toman?
Desde el principio mis padres sí que me animaron a opositar. Yo con mi pareja (María, que es enfermera en Ávila) hablé y le dije, mira, quiero esto. Van a ser dos, tres años o cuatro, a lo mejor, muy duros. Pero es mi sueño y quiero que tú estés a mi lado. Ha sido desde el principio de las personas que me han apoyado junto con mis padres y con mis hermanos. Sin ellos no hubiera sido posible.
Y claro, al final merece la pena…
Claro, es un puesto de trabajo fijo. Merece la pena renunciar porque yo he aprobado y lo he hecho pronto. A lo mejor habría que preguntárselo a la gente que está 6 ó 7 años y lo deja, que son muchas. A mí sí me ha compensado las renuncias y volvería a renunciar a eso y más Pero es una oposición con mucha incertidumbre, porque es un todo o nada..
Tras la oposición ¿qué toca ahora?
Ahora, en enero, el día 9, nos incorporamos a la escuela judicial que está en Barcelona. Allí estaré hasta diciembre como funcionario en prácticas, o sea, para que se entienda bien es como la escuela de policía de Ávila, pero la escuela judicial. Y luego, desde diciembre del año que viene es una fase de prácticas, unos seis meses y otros cinco en fase de sustitución y refuerzo. Tras ello te dan tu primer destino que puedes elegir en toda España.
O sea que le queda año y medio de curtirse en la profesión, al fin y al cabo.
Claro, y de que te enseñen... Porque yo ahora mismo tengo la base teórica de la oposición. Yo sé todas las leyes, pero desde un punto de vista teórico. Y ahora te enseñan cómo es la práctica del juzgado del día a día. Y cómo se trabaja.
¿Cuántas horas ha dedicado a la preparación?
El primer año sí que estuve un poco más relajado y echaba como 8 ó 9 al día, pero efectivas. Claro, yo para echar nueve efectivas tienes que contar con distracciones, con tiempo que te vas por ahí a comer a la cocina, con que te distraes con el móvil. A lo mejor estaba sentado en la silla 12 horas. Y ya en este último año entre 8 y 10 diarias efectivas.
En el tema on line se ha ganado mucho con la pandemia. La covid le influyó de alguna manera a la hora de opositar porque cuando empezó aún estaba reciente
Yo empecé aún marcado por la pandemia, pero justo cuando la gente empezaba a salir, se reabrían bares y yo no podía volver al ocio por la oposición. Quizá por eso fue más duro, un poco más porque si hubiera disfrutado más los años anteriores, pero es que habíamos estado encerrados. Por otro lado, quizá me ayudó por habernos acostumbrado a estar en casa. Lo que más noté es que el primer año no iba a la biblioteca, porque había que ir con mascarilla, había todavía restricciones, me daba un poco de pereza ir a la biblioteca y estudiaba en casa. Luego el segundo ya sí. Vino bien porque la gente también está estudiando, como tú y te relacionas con otros opositores, con gente que está en tu misma situación, que te comprende
¿Nunca se planteó ser fiscal?
Tenía que elegir juez o fiscal después de aprobar. Yo tenía más o menos claro lo de juez, pero luego empecé a indagar y todo el mundo me decía que los fiscales era un trabajo más cómodo, que a veces es más bonito porque el juez tiene mucha más responsabilidad. Y entonces ya cuando aprobé este segundo examen, que fue en mayo, este verano como que lo veía más cerca la posibilidad de aprobar este año y dije ¡puf! Me va a tocar elegir ¿Qué hago? Tuve dudas este verano de elegir fiscal, pero al final hablé con el preparador y me dijo mira, si te metiste a esta oposición por ser juez y de verdad tu sueño es ser juez, no pienses ni qué responsabilidad tiene cada uno, ni cuál trabajo, a lo mejor tienes que echar menos horas o más horas, sino que si te has metido a esto por lo de juez, sigue tu instinto y sé juez, porque si no te vas a arrepentir. Y dije pues totalmente de acuerdo.
¿Qué destino le gustaría tener?
El próximo año será el de prácticas y la verdad es que me gustaría estar en Ávila, volver aquí a Ávila con mi familia y luego ya, como es una oposición a nivel nacional, te pueden dar destino en toda España. Entonces me gustaría o ir a un sitio de costa con buen clima o bien lo más cerca de Ávila que pueda. No me importa tampoco irme a pueblos, yo que sé, de Asturias, Cantabria, la costa mediterránea, a Canarias,
Me atrevo a preguntarle por la situación actual y por la tesitura en la que están los jueces ante la realidad de España. ¿Cuál es su opinión?
Yo creo que estamos en una situación muy importante, la que más desde la transición. Y yo lo único que me gusta comentar es que me ha gustado la reacción rápida y unánime que ha habido de las asociaciones de jueces y de fiscales, que sí que han salido como muy rápido a defender la separación de poderes, el Estado de derecho, que yo creo que es lo fundamental.