La criminalidad en la provincia de Ávila subió un 18 por ciento el pasado año, impulsada sobre todo por la ciberdelincuencia y, en menor medida, por los delitos sexuales. Ambos apartados, junto con el de las sustracciones de vehículos y el tráfico de drogas, fueron los que tuvieron un incremento más significativo en 2023, en comparación con el año anterior.
Según el Balance de Criminalidad que elabora trimestralmente el Ministerio del Interior, y que ya ha contabilizado todas las infracciones penales registradas en Ávila, durante el año pasado hubo en total 6.234 delitos de este tipo, por los 5.276 de 2022. De esas más de 6.000 denuncias, 1.841 tuvieron lugar en la capital, que registró una subida mayor que la provincia, disparándose hasta el 37,5 por ciento.
Las infracciones relacionadas con el mundo cibernético (las cometidas en/por medio cíber) fueron las más numerosas con 1.838 casos, de los cuales 1.684 fueron estafas informáticas y 154 aparecen en el apartado de otros ciberdelitos. El aumento global en este tipo de criminalidad que se registró el año pasado en comparación con 2022 fue del 50,9 por ciento.
Quizá no en cuanto a volumen, pero sí en cuanto a gravedad, otro de los apartados de criminalidad en los que ha habido un incremento significativo el año pasado es el de agresiones sexuales con penetración, que ha registrado un aumento del 55,6 por ciento, pasando de 9 a 14. De ellos, 8 fueron en la capital, doblándose los casos que se denunciaron el año anterior. En total, los delitos contra la libertad sexual fueron 40, un aumento del 2,6 por ciento.
Otro de los apartados en los que se ha detectado un importante aumento en la criminalidad convencional durante el año pasado en la provincia de Ávila es el de las sustracciones de vehículos, que han pasado de las 13 denunciadas en el año 2022 a las 28 que se detectaron el año pasado, lo que supone un incremento del 115 por ciento. Para contextualizar el incremento en los últimos años de este tipo de delincuencia, basta decir que en 2019 se contabilizaron 707 delitos de este tipo, por los casi 2.000 del año pasado. Del total de los robos de coches que tuvieron lugar en la provincia entre enero y diciembre del año pasado, la mayoría tuvieron lugar en el territorio de la provincia, con un total de 15 casos denunciados, mientras que en la capital hubo los 13 restantes, el doble que en 2022.
También es preocupante el hecho de que en tráfico de drogas se haya registrado un aumento del 44,4 por ciento, pasando de 27 a 39 delitos, de los que sólo 5 fueron en la capital, los mismos que en 2022.
2ª provincia más peligrosa. Con estos datos, la tasa de criminalidad (número de infracciones penales por cada 1.000 habitantes) en la provincia de Ávila es de 39,4 puntos, lo que la convierte en la segunda con mayor tasa de toda la región, sólo por detrás de Soria, que llegó a los 41,5. Después de Ávila aparecen Burgos (39,3), Salamanca (38,9), Segovia (38,5) y León (37,8), mientras que las provincias más seguras son Palencia (31,5), Zamora (31,9) y Valladolid (36,5).
Según se informa desde la Delegación del Gobierno de Castilla y León, la región se mantiene como una de las comunidades más seguras de España, con una tasa de criminalidad (número de infracciones penales por cada 1.000 habitantes) que se situó al cierre del año 2023 en los 37,4 puntos, lo que supone 14 puntos menos que la media nacional (51,2).
Los datos del informe de Indicadores de Seguridad del Ministerio del Interior correspondientes al último trimestre del 2023 señalan que Castilla y León se mantiene como la quinta comunidad más segura de España, por detrás de Extremadura, Asturias, Galicia y Aragón. En el lado opuesto, se sitúan las Islas Baleares, Cataluña y Madrid, con una tasa de criminalidad superior a los 60 puntos.