Christopher Johnstone y su esposa Rebecca McMillan son australianos y viajaron por primera a nuestro país en 2020, en concreto a Ávila, pero la declaración de la pandemia les obligó a regresar a su país antes de lo previsto. De hecho, y aunque su idea era haber pasado más tiempo aquí, su vuelta a casa se precipitó a los dos meses de llegar a España. Y les gustó tanto esta provincia que cuatro años después han repetido experiencia. Su segunda estancia en tierras abulenses comenzó en enero de este año y en esta ocasión ambos se han establecido en El Tiemblo, donde ejercen como auxiliares de conversación en inglés. El, en el colegio, y en el instituto, ella. Allí permanecerán hasta finales de este mes, cuando de nuevo vuelvan a cruzar el mundo para regresar a su país de origen.
«Elegimos Ávila porque estuvimos aquí en 2020 y amamos la ciudad», explica este profesor de yoga residente en Mansfield, Victoria, un pequeño pueblo rodeado de naturaleza donde el matrimonio es propietario de un estudio de yoga. Sin embargo, ambos son profesores de escuela y de hecho, recuerda Christopher, durante sus primeros años en la enseñanza dieron clase a aborígenes australianos del extremo norte de Australia.
Su regreso a Ávila, cuenta este profesor de yoga, pretendía completar una experiencia que se vio interrumpida por la pandemia y en esa vuelta tuvo mucho que ver, reconoce, Nuria Rodríguez, la coordinadora del programa de asistentes lingüísticos de conversación con sede en Melbourne, que les apoyó «para regresar a España». «No es demasiado tarde para hacer este programa», reconoce este australiano que durante su estancia en Ávila ha asistido a clases de español en la Escuela Oficial de Idiomas de la capital abulense, donde también daba yoga.
«Nos encanta vivir en El Tiemblo y la gente es extremadamente generosa y cálida, y nos hace sentir muy bienvenidos», asegura Christopher al hablar de quienes durante este medio año se han convertido en sus vecinos. También palabras de agradecimiento tiene este australiano para el personal y los estudiantes de los centros educativos donde él y su esposa han ejercido como auxiliares de conversación durante este año.
También encantados están con la capital abulense, «una ciudad pequeña y muy hermosa» de la que destacan la comida y también el que aquí se hable «un español puro».
«Estamos disfrutando de nuestro tiempo en España y hemos aprovechado para viajar a diferentes puntos del país», apunta Crhis que afirma que «en comparación con Australia, es fácil viajar por España, especialmente con trenes rápidos».
Y aunque antes de visitar tierras españolas este matrimonio ya había recorrido diferentes países de Europa, asegura este instructor de yoga que «España es el único país en el que hemos vivido y definitivamente nuestro país favorito a excepción de Australia».