Estuvo por Ávila hace pocos días el presidente nacional del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, para clausurar unas jornadas sobre diputaciones que celebró aquí su formación política a nivel nacional. No dijo mucho de Ávila en su discurso. Algo así como que «es una ciudad preciosa», y ya. Nada que no supiéramos, por otro lado. Para ser la primera vez que venía a la capital abulense en calidad de presidente nacional de ese partido, bien podría haber aprovechado para decir algo más de una ciudad y una provincia que, aunque ahora menos en comparación con otros tiempos, siempre ha sido un granero de votos para los populares. Con todos los que tenía alrededor, algunos de ellos de Ávila (casi todos los mismos que rodeaban en su época a Pablo Casado), alguno le podría haber dicho que se estirara un poco más.

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El pasado domingo publicaba El Mundo un interesante reportaje sobre la mano incorrupta de Santa Teresa, que ahora reposa en  un convento de Ronda; que antes, al parecer, ha recorrido media España y parte de Portugal; y que en un futuro próximo, apuntaba el autor de la información, podría venir para Ávila «de donde salió en 1583», ya que el convento malagueño está a punto de cerrar por falta de monjas. La Santa nació aquí, aquí deberían descansar sus restos, y alguien se debería ocupar de que así fuera.

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El culebrón de la subvención a la Semana Santa acabará el viernes cuando el Pleno apruebe que se van a mantener los 50.000 euros que están fijados en el convenio, porque así lo dicta el informe jurídico evacuado desde el propio Ayuntamiento, y porque así lo dicta también el razonamiento más puro, ese que dice que si algo está firmado, hay que cumplirlo. A algunos, incluso, les basta con un apretón de manos para sellar un acuerdo y son varios los contratos de futbolistas famosos y, por lo tanto, millonarios, que se cerraron con garabatos en servilletas de bar. Conviene aclarar también que la polémica ha sido un tanto ficticia. De la forma y manera en la que se van a aprobar los presupuestos para este año, ese dinero estaba asegurado, salvo que la oposición presentara una moción de censura, algo por lo que no está muy por la labor, por mucho que desde el equipo de gobierno se les invite a ello sabiendo, por supuesto, que esa ronda de invitación le va a salir gratis, porque es de esa que haces cuando ya todos han dicho que se van y nadie se queda a la última.