«La poesía ayuda a entender un poquito mejor el mundo»

D. Casillas
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El escritor y poeta abulense Librado Casero presentó ayer su nuevo poemario, 'Rueda la rueda', un libro dedicado por un lado «a las personas que quiero» y por otro a «hablar de temas de actualidad que me interesan»

Librado Casero, abulense de Malpartida de Corneja, presentó en la Biblioteca Pública de la Junta su último poemario publicado, un libro de versos abiertos a muchos temas y a todo tipo de lectores al que ha titulado Rueda la rueda, a modo de anticipo de un contenido «que es una especie de fluir en donde los versos van encadenando diferentes asuntos como diciendo que la vida sigue, que todo fluye, aparte de que es también el título de uno de los poemas que contiene el libro».

Buscando hablar «de temas muy diferentes pero que son eternos para el ser humano», Librado Casero ha dividido Rueda la rueda en dos partes; la primera la ha dedicado «a las personas que quiero, sean hijos, nietos, amigos..., con diferentes motivos como excusa para acercarme a ellos», y la segunda «a hablar de temas de actualidad que me interesan y en los que caben todo tipo de asuntos, por ejemplo los malos tratos, la pandemia y las personas que murieron en ella...».

Con esa amplitud de miras quiere este poeta y narrador abulense, que profesionalmente se ha dedicado a la docencia y a la medicina, «ayudar a entender un poquito mejor el mundo, o al menos intentarlo, porque creo que la poesía es una buena manera de poder llegar a la gente en temas que están ahí candentes y preocupantes, que no sea todo hablar de la urgencia en la que vivimos, sino que haya también un poco de lirismo».

Pero no es todo poesía en este Rueda la rueda, ya que, siguiendo la costumbre que ha consolidado en sus anteriores poemarios, ha querido cerrar el libro con «algo en prosa, un relato o una cosita pequeña», 'epílogo' para el que ha elegido un cuento sobre una receta de cocina. Este texto lo escribió Librado Casero para el libro corporativo de La Sombra del Ciprés Ávila para comérsela, y en él, bajo el título de Compota de ciruelas rojas, «recreo la fórmula con la que yo elaboro esa mermelada pero con la intención no sólo de hablar de ese postre sino de crear una historia alrededor».

Hacedor indistintamente de versos y de textos en prosa, comentó Librado Casero que «me siento igualmente cómodo en un género que en otro, aunque en lo de sentirme una cosa u otra creo que me siento como más poeta que escritor». Y eso es así añadió, porque «con la poesía me siento más libre, siento menos trabas, ya que en la prosa a lo mejor puedes meter la pata en fechas, en datos que se te escapan, y como la poesía se dedica más a hablar de sentimientos y de carencias ese riesgo no existe».

Además, finalizó, «creo que cuando la gente me lee sí conecta con lo que yo escribo, con lo que quiero decirles, y eso es muy satisfactorio. Yo intento que mis versos lleguen muy adentro y que al mismo tiempo sean perfectamente comprensibles, que los pueda entender hasta un niño, porque eso no quita para que puedan tener una parte sensible y poética, que es la esencia que tienen, sin olvidar nunca de darles la musicalidad y el ritmo que creo que tiene que tener siempre la poesía».