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Miguel Leralta y Javier González Jara, con su perro Xudán, completaron este martes la décimo sexta, y última etapa, entre Arzúa y Santiago de Compostela, con 39 kilómetros de recorrido, de su particular Camino de Santiago para visibilizar el suicidio y la importancia de la salud mental con el propósito de recaudar fondos para la Asociación Hablemos de Ávila. Completaban de esta forma el desafío que comenzaron el 9 de septiembre en Roncesvalles y que han llevado a cabo a lo largo de 16 jornadas maratonianas, con una media de 50 kilómetros al día, para llegar este martes a la Catedral de Santiago de Compostela. Allí, en la plaza del Obradoiro, en una jornada lluviosa, y rodeados de familiares, amigos y miembros de la Asociación Hablemos de Ávila, afloraron todas las emociones después de unas jornadas que Miguel y Javier han vivido con especial intensidad, encontrando siempre el apoyo de los peregrinos que se han ido encontrando en el camino. Su ruta como peregrinos llega a su final pero el mensaje que han transmitido durante estos días seguro que tiene mucho recorrido.