Por fin el tiempo dio un respiro y los abulenses pudieron asistir a una procesión, aunque aún había quien miraba al cielo. Se trata de la Procesión de la Pasión y Santo Entierro, organizada por el Real e Ilustre Patronato de Nuestra Señora de las Angustias y Santo Sepulcro, con la colaboración de la Junta de Cofradías de Semana Santa de Ávila y las entidades que la constituyen. Esto significa que en la procesión de pudo ver a hermanos de las diferentes cofradías acompañando a los siete pasos que salieron a las 20,00 horas desde la Catedral, este año con una salida única no como sucede en otras ocasiones en  las que también hay salida desde San Ignacio de Loyola.

El interior de la Catedral bullía de actividad poco antes de la hora de la salida. Pero lo que es más, esta misma sensación se reflejaba en el exterior con una multitud de abulenses, y también turistas, que se congregaban detrás de las vallas para ver la salida de una procesión que lo que sí hizo fue acortar su recorrido. Con las puertas de la Catedral abierta comenzaron a sonar los primeros tambores y empezaron a salir los hermanos con las velas que iban iluminado una noche fría pero que se había despejado tras un día de nieve, granizo y lluvia. Los representantes de las distintas cofradías fueron desfilando y acompañando a los pasos, comenzando por la Cruz Desnuda, la primera en salir y que estuvo seguida de El Prendimiento. Tras ella, la Banda de Música Amor y Paz de Guadalajara comenzó su recorrido.

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A partir de ahí siguieron los pasos y los miembros de las hermandades en un acompañamiento musical que tuvo su segunda parte en la Banda de Música de Ávila. Con su sonido fueron saliendo de la Catedral La Caída o el Santísimo Cristo de las Murallas, llevado a hombros y acompañado en su salida por el Himno de España. Mientras seguían sonando los tambores llegaba el turno de Nuestra Señora de las Angustias y se podía ver a una figura conocida de la procesión, el niño como ángel custodio. Miembros de la Guardia Civil participaron también en la procesión en la que de nuevo se escuchó el himno nacional para la salida del paso del Santo Sepulcro llevado a hombros y marcando el paso. La comitiva se cerró con la Virgen Dolorosa y diferentes representantes como el obispo de Ávila, el alcalde de la ciudad acompañado de buena parte de la corporación municipal y los diferentes partidos que la conforman, el delegado territorial de la Junta y el vicepresidente de la Diputación, además de miembros de Policía, Guardia Civil y Ejército.