FAEMA Salud Mental Ávila, asociación dedicada a mejorar la calidad de vida de las personas con problemas de salud mental y otras discapacidades, y también la de sus familias, ha avanzado tanto en su muy demandado proyecto de poner en marcha viviendas supervisadas para fomentar la vida independiente y la autonomía personal de sus ocupantes, que a fecha de hoy cuenta con hogares de ese tipo en los que se atiende a 92 personas.
La primera vivienda supervisada, recuerdan desde Faema, se abrió en el 2005 y actualmente están en funcionamiento ya 19, de las cuales una se puso en marcha en La Adrada el año pasado y la última vivienda se ha abierto recientemente en Ávila capital, y las 92 plazas que se ofertan están todas ocupadas.
Con esta iniciativa, señala Inma Pose, directora general de Faema, "nuestro objetivo es que todas las personas con problemas de salud mental que tengan necesidad de un alojamiento con necesidades de apoyo lo puedan tener, y puedan vivir felices y de forma autónoma e independiente".
Faema ofrece hogares inteligentes para 92 personas Estas viviendas supervisadas, añade Inma Pose, se han convertido en "hogares inteligentes gracias a los avances tecnológicos". Hace dos años se puso en marcha el proyecto 'Viviendo en red: transformación digital de la red de viviendas supervisadas', que ha contado con la financiación de la Gerencia de Servicios Sociales de la Junta de Castilla y León con cargo a los 'Fondos procedentes del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia' financiado por la Unión Europea-Next Generation EU y coordinado desde la Federación Salud Mental CyL, avance que "ha permitido dotar de equipamiento tecnológico a las viviendas supervisadas de la entidad para su domotización y digitalización y de esta forma, ganar en eficiencia en la prestación de los servicios. El objetivo final es la promoción de la autonomía personal y a la vida independiente facilitando la participación e inclusión social, desarrollando su competencias y habilidades personales para que las personas puedan mejorar su calidad de vida".
Con estas novedades, sigue explicando, "se ha conseguido reducir las barreras tecnológicas, incorporar herramientas de tele-rehabilitación para la estimulación cognitiva y sensorial, optimizar la eficiencia energética, generar entornos más seguros y accesibles".
En esa línea de avance en servicios "se contrataron asistentes digitales para impartir formación, se compraron Tablet, pastilleros inteligentes, sensores de humo, enchufes inteligentes, botones de alarma, relojes con geolocalización, entre otros".
El perfil de las personas que Faema atiende en esas viviendas es muy amplio, con mayoría de hombres (63, frente 29 mujeres) y un rango de edad que va desde los 18 a los 76 años. En cuanto a su procedencia, 51 de ellas son del medio rural, 29 de Ávila capital y 12 de otras provincias. Otro dato significativo es que 26 están apoyados por fundaciones: 12 por Feclem y 14 personas por la Fascyl.
Manifiestan desde Faema que "resulta significativo que 51 personas provengan del medio rural, siendo un 56 % del total, viniendo de pequeños pueblos donde les resultaba difícil vivir por no existir recursos especializados que puedan favorecer su recuperación", realidad que ha hecho que esta asociación "trabaje intensamente para poner en marcha servicios en la provincia como es el caso de La Adrada, donde recientemente ha puesto en marcha una delegación y gestiona un centro multiservicios y una vivienda supervisada".
Estas plazas se financian gracias al apoyo de la Junta de Castilla y León, mayoritariamente a través de vincular el servicio por tener grado de dependencia, o bien con 11 plazas concertadas, dando a las personas que utilizan estas viviendas la oportunidad de que "decidan su plan de vida, unas optan por asistir al centro de Día, otras tener un asistente personal y otras trabajar, y desde Faema les apoyamos siempre a perseguir sus metas".
Este recurso, valoran, produce "un gran impacto positivo en nuestro territorio, ya que potencia factores económicos (consumiendo productos locales), factores sociales (porque las personas que viven en estas viviendas mejoran su calidad de vida e incluso encuentran un empleo) y factores laborales, porque la atención a las personas es un nicho de mercado al alza".
Para desarrollar esta labor Faema cuenta "con un extenso equipo de 34 profesionales vinculados al servicio de viviendas supervisadas; actualmente la entidad cuenta con una plantilla de 156 trabajadores en todos sus servicios y estima que en este 2024 pueda experimentar más crecimiento", siempre con "la ilusión de seguir siendo un gran activo para la ciudad de Ávila y ser un referente en el ámbito de políticas sociales innovadoras y transformadoras".