El Cuerpo de Intendencia está vinculado a la ciudad de Ávila desde que en el año 1875 se instalara en el Palacio de Polentinos la Academia de Administración Militar. El próximo año se celebrará el 150 aniversario de esa unión que llevó en 1984 al entonces alcalde, Isidoro Heras, y a la Corporación municipal a otorgar el título de hijos adoptivos de Ávila a los pertenecientes al Cuerpo de Intendencia, que llevan con orgullo por todos los rincones del mundo donde haya alguna representación del sol y las palmas.
Este lunes, para continuar con la tradición, 18 caballeros y damas alféreces cadetes pertenecientes a la 79 Promoción del Cuerpo de Intendencia recibieron el diploma que les acredita como hijos adoptivos de esta ciudad de manos del alcalde, Jesús Manuel Sánchez Cabrera, y del general subdirector de Gestión Económica de la Dirección de Asuntos Económicos, Abel Antonio Piqueras Sáez, en un acto celebrado en el salón de plenos del Ayuntamientos en el que también estuvieron presentes los portavoces de los distintos grupos municipales y varios concejales de la Corporación.
Abrió el acto Sánchez Cabrera, quien aseguró que «para nosotros los abulenses es un orgullo que podáis llevar en vuestro corazón nuestra querida ciudad de Ávila, y eso es posible porque hace 149 años aquí se instaló la Academia de Administración Militar, pero también porque compartimos nuestra patrona. Por eso, dama y caballeros alféreces cadetes del Cuerpo de Intendencia, es un honor que estéis aquí y que mañana podréis escoltar a nuestra patrona, si el tiempo no le impide, por las calles de nuestra ciudad».
«Sed conscientes de que este título de hijo adoptivo es algo muy importante», aseveró el regidor, pues «os va a unir para siempre a la ciudad de Ávila y allá donde nos encontremos, espero que con orgullo siempre nos digáis que sois abulenses».
A continuación intervino el general de brigada Abel Antonio Piqueras, quien señaló que «en este acto nos identificamos para siempre con la ciudad de Ávila». «He hablado con la 79 Promoción y están absolutamente implicados con la misión que van a emprender en unos meses como oficiales del Cuerpo de Intendencia y su vinculación con Ávila», comentó el general Piqueras, quien añadió que «estamos en el 149 aniversario de la llegada a Ávila y apostamos por estar otro siglo y medio compartiendo nuestro quehacer y nuestra entrega por España».
Estos discursos dieron paso a la entrega de los diplomas como hijos adoptivos a los 18 caballeros y damas alféreces cadetes de la 79 Promoción del Cuerpo de Intendencia, tras la cual tomó la palabra, en nombre de todos ellos, el caballero alférez cadete Ángel Sánchez Ballesteros, quien comenzó señalando que «resulta francamente difícil describir el orgullo que siento por el cariño con el que nos recibe Ávila, el calor de su gente, la belleza de sus murallas, pero sobre todo el fuerte sentimiento de pertenencia a esta ciudad que inunda los corazones de todos los miembros del Cuerpo de Intendencia».
«Ninguno de los 18 alféreces son abulenses y a pesar de ello coincidimos en sentirnos en nuestra casa cada vez que nos conducen a este lugar. Quizás, como dijera Santa Teresa de Jesús, todas las cosas deben venir al alma desde sus raíces. Y es que a partir de 1885, poco tiempo después de fundarse el Cuerpo de Administración Militar, y hasta el año 1992, ya como el actual Cuerpo de Intendencia, el Palacio de Polentinos fue cuna de una interminable lista de grandes militares que se formaron entre sus muros. Algo debe tener esta tierra para plantar en sus armas tan fuertes raíces de honor, valentía, compromiso con el cumplimiento del deber y, sobre todo, de servir a España hasta las últimas consecuencias», manifestó el caballero alférez cadete.
También indicó Ángel Sánchez que «mediante este título, con el que nos distinguís, demostráis que, aún cuando los cadetes ya no recorren a diario vuestras calles, como lo hicieron antaño, Ávila se niega a olvidarnos y nos recibirá siempre que lo necesitemos con los brazos abiertos, con ese amor tan sincero y desinteresado que promoción tras promoción recibimos, como quien vuelve a casa tras una larga ausencia».
Así se cerró este acto en el Ayuntamiento, tras el cual tanto los caballeros y damas alféreces cadetes como sus mandos y los miembros de la Corporación municipal se dirigieron al Mercado Grande, donde realizaron una ofrenda floral a Santa Teresa.