Alicia Viladomat, psicóloga clínica especializada en comunicación cuya vida ha estado siempre muy vinculada al mundo de la cultura, presenta este viernes en Ávila el libro Pilar de Valderrama. Memorias de un gran secreto, un trabajo en el que recrea la vida de su abuela, la mujer que da título a ese volumen, una poeta y dramaturga muy activa durante el primer tercio del pasado siglo (como creadora y también como impulsora cultural) cuya relevancia en el mundo de la literatura alcanzó una nueva dimensión cuando se supo, ya tras su muerte, que era la Guiomar a la que Antonio Machado dedicó varios poemas.
En este acto, que tendrá lugar en el Episcopio a partir de las 19,00 horas, presidido por el alcalde, Jesús Manuel Sánchez Cabrera, y presentado por Carlos Aganzo, director de la Fundación Vocento, Alicia Viladomat hablará de esa abuela a la que reivindica en el libro, una mujer con la que explica que vivió hasta que tuvo veintidós años y a la que el secreto de su relación con Machado, desconocida por el gran público hasta el año 1981, «marcó su vida y en cierto modo también la mía».
Adelantó Alicia Viladomant a Diario de Ávila, a modo de anticipo de lo que será su presentación del libro, que el trabajo de recuperación de la memoria de su abuela «ha sido una labor muy bonita, que también el público ha sentido de esa manera, y que me está dando muchas alegrías».
La escritura de este libro, añadió, «es la consecuencia de un legado que dejó mi abuela repartido en muchísimas cajas, con montones de documentos, y tras varios años de estudio de toda la documentación, fotos, escritos, cartas..., pude escribirlo».
El libro reparte su contenido en dos parte perfectamente diferenciadas que se complementa. La primera la llenan doce capítulos escritos por Alicia Viladomant en los que «hablo de diferentes temas en relación a los 22 años que viví con ella, en los que nunca me confió su secreto, pero lo dejó todo en ese archivo para que yo pudiera ir encontrándomelo». La segunda parte «es la publicación completa de las memorias que ella escribió y dejó listas para que mi madre y mi tía las publicaran a su muerte, porque ella en vida no quiso decir nunca que era la Giomar de Antonio Machado».