Cada 29 de octubre se celebra el Día Mundial del Ictus, una patología que según la OMS continúa siendo la segunda causa de mortalidad y la tercera causa de discapacidad a nivel mundial. Se trata de una condición médica grave que se desencadena cuando el flujo de sangre a una parte del cerebro se interrumpe o reduce, privando al tejido cerebral de oxígeno y nutrientes esenciales.
A lo largo del año pasado fueron 301 las personas que fueron atendidas en el Complejo Asistencial de Ávila a causa de un ictus. La cifra supone un incremento del 9,45 por ciento respecto a los 275 casos contabilizados en 2022, el año con menos casos de los últimos cuatros, ya que en 2021 fueron 305 los casos contabilizados y en 2020, el año de la pandemia, 292.
Regresando a los 301 casos diagnosticados el año pasado, y siempre según las cifras facilitadas a este diario desde el departamento de prensa delComplejo Asistencia, de ellos, la mayoría (el 52 por ciento) estuvo protagoniza por varones, mientras que el 48 por ciento restante los sufrieron mujeres.
Respecto a la edad media de los pacientes, ha subido dos años respecto al año anterior: ahora son 76 los años de las personas que deben hacer frente a esta situación.
Y si hablamos de tipos de ictus sufridos, la gran mayoría, un 80 por ciento de los pacientes, sufrieron ictus isquémicos, los que se producen cuando un coágulo de sangre, conocido como trombo, bloquea o tapa una arteria que se comunica con el cerebro. El 20 por ciento restante tuvo que hacer frente a un ictus hemorrágico, menos frecuentes pero más letales, y que suceden cuando se produce cuando una arteria cerebral se rompe y la sangre se introduce en el tejido cerebral que tiene más cercano, donde ejerce presión sobre él.
cómo actuar. ¿Y qué es lo que hay que hacer cuando se sospecha que se está sufriendo un ictus? e debe contactar rápidamente con el sistema de Emergencias, ya que el paciente debe ser traslado cuanto antes a un centro hospitalario. Esas primeras horas después del accidente cerebrovascular son decisivas. En el Complejo Asistencial de Ávila desde el primer momento en que se contacta con el equipo sanitario se procede a la activación del código ictus, con un sistema de actuación coordinado para aplicar precozmente alguno de los tratamientos de reperfusión cerebral y conseguir así la mejor tasa de recuperación funcional del paciente.
En lo que se refiere a quiénes están más expuestos a padecer un ictus, los médicos hablan de aquellos pacientes que presentan uno o varios factores de riesgo vascular, siendo los principales la hipertensión arterial (este es el más importante), diabetes mellitus, hipercolesterolemia, obesidad, sedentarismo, enfermedades cardiacas o algunas arritmias, tabaco, alcohol y otras sustancias tóxicas.