Las claves que valen un billete para Berlín

Roberto Morales (EFE)
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Lamine Yamal, la omnipresencia de Rodri, la puntualidad de Olmo y el sacrificio de Navas y Morata son las principales bazas que han llevado a la Roja a otra cita con la historia

Rodri celebra después del partido contra Francia - Foto: Reuters

Un gol para la historia de la selección española. Por belleza e importancia. El golpeo de la Eurocopa de un niño de 16 años que colocó un zurdazo en una escuadra para cambiar el rumbo de la semifinal ante una Francia confiada en la 'resurrección' de Kylian Mbappé sin máscara. La autoridad con la que compite todo el equipo, el salto de calidad de Dani Olmo, la exhibición al mando de Rodri son claves que explican el pase a la final.

Convertido en el primer conjunto que vence seis partidos seguidos en el torneo continental, España encontró en la fortaleza del grupo, la colaboración defensiva en las ayudas, la capacidad para adaptarse a diferentes escenarios del partido, la fe para remontar su segundo encuentro de la competición, ambos en eliminatorias al todo o nada, las bazas para sellar su presencia en Berlín.

1. La irrupción de Yamal

La Eurocopa que está protagonizando el jugador del Barça, aún sin cumplir 17 años que celebrará mañana en vísperas de la gran final, es un hecho a la altura de las leyendas más grandes de la historia del fútbol. A su edad, solamente Pelé logró algo parecido con Brasil. Diego Armando Maradona ya dejaba con la boca abierta por el descaro unido a su calidad técnica y a Lionel Messi le faltaban unos meses para dar el salto al primer equipo culé como una perla de la cantera.

Lamine Yamal, indiscutible todo el torneo, destapó el tarro de las esencias repitiendo un gol a Francia de una final sub'17 que también disputó de forma prematura. Sin importar el cambio de escenario, ajeno a la presión de una semifinal y a la provocación dialéctica de Rabiot, jugador al que encaró, amagó y desafió con un zurdazo mágico a la escuadra directo al libro de los tantos más importantes de la selección española. El futbolista más joven en marcar en una Eurocopa, tras haber conseguido también ser el primero en debutar y ser titular, levantó con un golpe de genio al conjunto de Luis de la Fuente, bloque que en semifinales demostró que también tiene estrellas.

2. El salto de Dani Olmo

Encontró el seleccionador el futbolista en el que siempre confió. Sin sitio ante el renacer de Pedri y afectado por unos problemas musculares a su llegada a la concentración, su entrada ante Alemania tras la dura falta de Toni Kroos que lesionó a su compañero fue decisiva. Y frente a Francia decidió el duelo con un gesto de altísima calidad. 

En cuatro minutos de gloria, España remontó y asestó un golpe a su rival. Con un control convertido en regate, Olmo inventó el segundo tanto. Su tercero del torneo para convertirse en el máximo artillero de la escuadra española, a lo que hay que añadir dos asistencias dadas en el camino. Futbolista diferencial en la zona donde se decantan los encuentros.

3. La jerarquía de Rodri

Una nueva exhibición al mando. Una lectura de cada acción impecable. Siempre atento en las ayudas que necesitaba Navas, con un despliegue físico que ya le sitúa cerca de 63 kilómetros recorridos en cinco encuentros. De Sergio Busquets a Rodri, España ha enlazado los mejores mediocentros del mundo en su momento. Acabó tan agotado que pidió el cambio. No podía más, pero lo anuló al ser consciente de su importancia.

Rodri no estará entre los favoritos para el Balón de Oro, pero hay pocos jugadores con su importancia en los equipos de los que toma el mando. Vital en el Manchester City de Pep Guardiola y el líder de la selección de De la Fuente. Le falta marketing para aspirar a premios individuales de ese nivel. En la Eurocopa ha encontrado en Fabián un complemento perfecto en el doble pivote.

4. Navas y el sacrificio de Nacho

El de Los Palacios aceptó el reto, a sus 38 años, de medirse a Mbappé. Sufrió como se esperaba, salió airoso de algún duelo, reculó en exceso en el gol en cuanto se sintió solo ante el peligro y cortó con una falta táctica a Rabiot la opción de un 0-2 que habría sido una losa imposible de levantar.

Tras el último esfuerzo del sevillano y con Carvajal en la grada, Nacho experimentó una situación que ya no pensaba volver a vivir: jugar de lateral, midiéndose a Mbappé primero y a la explosividad de Barcola, fresco, saliendo desde el banquillo. Salió airoso y abre uno de los pocos debates en el once de la final con Robin Le Normand.

5. Morata, elogio sin gol

«Es generoso en el esfuerzo, tiene capacidad de trabajo y hace lo que necesitamos», defendió De la Fuente orgulloso del partido del capitán de la selección ante Francia. Sin opción para hacer gol, alejado siempre de las acciones de peligro, sin ser amenaza como delantero centro, pero encontrando un papel importante en otras labores tan importantes para su entrenador.

Morata libró una batalla con los centrales galos, tan potentes desde el punto de vista físico. Estuvo en cada pelea, abrió espacios con sus desmarques a la llegada de compañeros desde segunda línea, descargó y lanzó acciones de primeras al contragolpe aprovechando la velocidad de Yamal y Nico Williams. Solamente le falta la diana para terminar de redondear sus partidos, pero todos sus compañeros confían en que su día sea el de la final de Berlín.