Fue uno de los momentos y una de las imágenes del partido.Era el minuto 38 y Sanmillán derribaba a Toper dentro del área. No lo dudaba el colegiado, que señalaba los once metros. Era la oportunidad para el Real Ávila de abrir el marcador y el balón se lo pidieron los dos protagonistas de la jugada,Mario Rivas, que lanzó el pase, y Toper, al que derribaron.Decidió Miguel de la Fuente. «Tenemos tres lanzadores. Si hay dos jugadores en disputa por lanzar el penalti, ninguno de los dos. Tira Alberto, el que está limpio, el que ni siquiera ha querido coger el balón, el que no ha entrado en confrontación con el compañero» explicaba después sobre la acción de partido. «Lo hemos hablado después en el descanso en la mejor de las situaciones, que es que el equipo ha marcado el gol. Imaginaros esa situación en la que tengo que decidir quién tira el penalti y, por circunstancias del fútbol, no hubiera sido gol. Lo pautaremos mejor» reconocía el técnico. «Por cómo habíamos visto los penaltis en contra al Laredo –es el quinto penalti en contra– al final Alberto tenía todo a favor para ser el lanzador.Ellos lo han entendido» comentaba Miguel de la Fuente, que tomó la última palabra en este caso. «Si como entrenador veo que sobre el campo estáis teniendo una presión añadida –por la discusión– a lo que es un penalti» pues decide él. «No volverá a pasar».