Un final y un principio para el Real Ávila

Alberto Sánchez
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ElReal Ávila cierra una temporada 2023-2024 para enmarcar con la consecución del campeonato y el ascenso directo a Segunda RFEF. A partir de ahora comienza la construcción del proyecto en Segunda RFEF

Un final y un principio para el Real Ávila - Foto: David Castro

El fútbol es como una espiral, nunca se detiene, ni siquiera cuando el balón ya no rueda sobre el césped. Porque el final de una temporada supone el inicio de la siguiente. Darán los jugadores el testigo a los que ocupan los despachos, protagonistas en las próximas semanas para la construcción del siguiente proyecto. Esto no para, mucho menos cuando la 2024-2025 la afrontará el Real Ávila en una Segunda RFEF en la que debutará con el reto siempre complicado de mantenerse. Y para conseguir todo eso hay muchas variables que resolver. Las siguientes semanas serán claves para todas ellas.    

Acabó la temporada regular para el Real Ávila en un oasis, el que se ha ganado como campeón por adelantado y que sirvió para dejar en anécdota el desplazamiento a Miranda, donde el filial rojillo supo reconocer –con el pertinente pasillo al campeón– el logro de los de Miguel de la Fuente, que pese a no tener ya nada en juego quisieron acabar con buenas sensaciones. Tuvieron minutos aquellos que no han podido ser tan protagonistas como hubieran merecido –empezando por Alberto Garrosa– pero que han trabajado al más alto nivel. Porque para que la unidad A funcione, la unidad B tiene que apretar por detrás.

Acabó el equipo con 23 victorias y 76 puntos en el casillero, cifras a las que le han obligado el buen hacer de equipos como el Júpiter Leonesa B, Tordesillas y especialmente Salamanca UDS en una caza y captura del liderato que llevó a los encarnados a exigirse el todo si todo querían conseguir.

Acaba la temporada regular, quedan los playoffs por delante, esa suerte cruel que quería evitar a toda costa el equipo encarnado en su nuevo intento y deseo, finalmente conseguido, de alcanzar la Segunda RFEF. Pero mientras serán otros los que 'sufran' sobre el césped, el Real Ávila comenzará sus nuevos deberes. Y no son pocos, desde la búsqueda de todo el respaldo económico posible a través de patrocinios para una categoría que demanda mucho más, a la necesidad de resolver las dudas y problemas que plantea un Adolfo Suárez  muy lejos de una categoría como Segunda RFEF.Y todo ello sin olvidar la parte deportiva,  la que más suspicacias despierta entre la afición y seguidores cuando llega el momento de dilucidar altas y bajas.

Deberá saber manejarse el club, y en especial su Director Deportivo, JoanFarías, con un vestuario que ha respondido a la exigencia y se ha ganado un voto de confianza. Le gustaría a Miguel de la Fuente la continuidad del bloque, pero lo primero que habrá que resolver es la continuidad del técnico. Y lo cierto es que no hay una respuesta en firme de nadie. Nunca mejor dicho tienen que sentarse todos. «A una piscina sin agua no te puedes tirar» apuntó De la Fuente. No hace falta leer entre líneas.Se lee con claridad. Quiere seguir tras lo conseguido pero no a cualquier precio.Y ese precio lo marca la configuración de un vestuario que ya fue objeto de tensiones con la dirección deportiva la temporada que acaba de concluir. De cómo se resuelva el equilibrio de poderes entre las partes saldrá la respuesta. A favor o en contra.

Como tras el último ascenso, una Tercera sin abulenses

La próxima temporada 2024-2025 no habrá representante abulense en Tercera, una circunstancia que no se producía curiosamente desde el último ascenso delReal Ávila  (2001-2002) a Segunda B. Aquel año en el que ascendía el equipo encarnado descendía Las Navas a Regional. Así, en la  2002-2003 no hubo equipo abulense en Tercera. Curiosamente este nuevo ascenso del Real Ávila ha venido acompañado por el descenso a la Regional del Colegios Diocesanos.