Conservo de las Nochebuenas de mi lejanísima infancia un recuerdo eterno. Tras la cena familiar, en la que siempre faltaba mi tío Arturo, que tenía una tienda en Madrid, mi abuelo Fernando cumplía el ritual sagrado de poner lumbre: unos palos de manojo, una cepa y un cuévano de garrobaza, una paja densa que ardía despacio y guardaba muy bien el calor. Una vez le pregunté que por qué encendía la lumbre si ya nos íbamos a ir a la cama. Y me dijo: "Esta noche nace el Niño y la Virgen necesita lumbre para calentarse y para secar las ropas". Aquello me maravilló, pero más aun cuando, al día siguiente, comprobé muy pronto que era verdad. Allí, en la cocina, al lado de las brasas, en el respaldo de una silla de anea estaban tendidos, y secos, unos paños, un culero, un jersecillo y algo que se parecía a unos pequeños calzoncillos (entonces no existían los dodotis ni había dinero para comprarlos. Mi abuelo me explicó: "Lo ves, la Virgen vino, tendió la ropa y ahora pasará a recogerla. Vámonos otra vez a la cama, que no le gusta que la vean". Y yo me quedaba dormido entre él y mi abuela Luisa con la satisfacción de haber contemplado aquel prodigio y de haber contribuido, aunque solo fuera a través de mi abuelo, a tamaña obra de caridad.

No falta año en el que, llegada esta fecha, no me acuerde de la anécdota y la compare con las Nochebuenas actuales. Entones (o eso creo ahora) había un fuerte componente de religiosidad que ha desaparecido para ser sustituido por platos caros, cava, vinos de marca, regalos lujosos, visitas de Papá Noel, luces en monumentos y calles, árboles adornados, belenes repletos de figuras y una largo etcétera que no cabe en este artículo. ¿En alguna casa se pone hoy lumbre o se enciende la calefacción para que la Virgen seque las ropitas húmedas del Recién Nacido? Te llevan a un manicomio si los propones. Además, los niños pequeños ni siquiera lo entenderían. ¿Y por qué no le compran ropa nueva por Amazon?, se preguntarían mientras matan marcianos en la pantalla. Y todos podemos preguntarnos: ¿cuánto hay de espíritu cristiano en las Nochebuenas de ahora? Felices días. Paz y pan para el mundo.