Joseph Conrad, el marino y escritor que defendió que su única patria había sido el mar, aseguraba que siempre había sentido sus viajes por los océanos «como espejo del desafío, de la prueba y de la buena lid».
Un sentimiento similar le transmitió ayer el rey a su hija, cuando sólo falta un día -lo hará mañana- para que la Princesa Leonor embarque en el buque escuela Juan Sebastián de Elcano y comience una larga singladura por mares y puertos de todo el mundo.
Una aventura igual a la que hizo su padre hace ya 38 años y antes, su abuelo el rey Emérito. El rey le recordó esa grata experiencia que vivieron ambos y que ella tendrá en los próximos meses. «Querida Leonor, muy seguramente quedará, como me pasó a mí, y también a tu abuelo, entre tus mejores recuerdos de formación militar», le aseguró.
Dirigiéndose a su hija, le auguró que la experiencia que vivirá en el crucero de instrucción que partirá de Cádiz el próximo sábado, será única. «La mar es un aprendizaje y desafío permanente, en ocasiones intransigente y crudo, sin margen para excusas; y el continente americano -sus países, sus costas y culturas, que empezarás a conocer, con tanta huella española- te enseñará mucho de lo que fuimos y también somos. Así que te deseamos, que aprovechéis al máximo, tú y tus compañeros y compañeras, el conocimiento y la experiencia marinera y humana que ofrece este viaje; porque os seguirá valiendo, como me ha valido a mí, para toda la vida», resaltó el monarca.
La princesa Leonor presidió ayer junto a los reyes la ceremonia de la Pascua Militar. En su condición de guardiamarina, vistió el uniforme azul marino de gala de la Armada en esta ceremonia de la Pascua Militar celebrada en el Palacio Real de Madrid con la cúpula de los tres Ejércitos y la Guardia Civil, el acto castrense más importante del año, a la que asistieron también el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; la ministra de Defensa, Margarita Robles, y el titular del Ministerio del Interior, Fernando Grande-Marlaska.
Y al igual que hizo el pasado año en su estreno en esta ceremonia, ocasión en la que vistió el uniforme de gala de cadete de la Academia General de Zaragoza, llevó también la banda azul celeste de la Orden de Carlos III que recibió al cumplir 18 años y jurar la Constitución.
En su turno, la ministra de Defensa se dirigió a la princesa para asegurar que es «un ejemplo para muchos jóvenes españoles» y le deseó éxito en la nueva singladura que empieza en Cádiz «y que llevará la bandera de España y el cariño de los españoles a los países que visitará».
Además, se mostró convencida de que la heredera de la Corona «dejará muy alto el pabellón de España, como todos los demás guardiamarinas».
El buque escuela de la Armada Española Juan Sebastián de Elcano iniciará el próximo sábado en Cádiz su 97 crucero de instrucción, aunque la princesa de Asturias y sus compañeros subirán a bordo del buque escuela mañana por la tarde para una primera toma de contacto con la que será su casa durante los siguientes meses.
El recorrido, de seis meses, incluirá las islas Canarias, Uruguay, Chile, Perú, Panamá, Colombia, República Dominicana, Estados Unidos y, de vuelta a España, Gijón y Ferrol antes de su llegada a la Escuela Naval Militar en Marín, el próximo 14 de julio y su posterior regreso a Cádiz.