Con el turismo local y provincial en pleno proceso de recuperación tras el bache de la pandemia, ya no nos sorprende toparnos con familias o grupos de turistas que, maleta en mano, recorren el centro de nuestras ciudades y pueblos yendo o volviendo al alojamiento contratado. Muchos se quedan en hoteles, hostales y casas rurales y otros lo hacen en camping, albergues y en sus propias caravanas, pero otros muchos lo hacen, y cada vez más, en apartamentos turísticos y en Viviendas de Uso Turístico, una modalidad ésta última en expansión en todo el país (y medio mundo) a la que no es ajena Ávila. Hace unas semanas la Asociación de Hoteles de Ávila, integrada en CEOE Ávila, alzaba la voz y, a modo casi de S.O.S., pedía una mayor regulación ante lo que consideraban un «crecimiento descontrolado» de los pisos turísticos. Para ello se apoyaban en los datos de la propia Junta sobre un segmento en el que la provincia de Ávila, potencia turística, tiene mucho que decir en Castilla y León.
A preguntas de este medio de comunicación, el director general de Turismo de la Junta, Ángel González Pieras, trasladó que el Gobierno regional está trabajando en una nueva regulación que afectará a los apartamentos turísticos y a las Viviendas de Uso Turístico, dos modalidades que se rigen por reglamentos diferentes, el primero del año 2015 y el segundo del 2017. Se trata, según sus palabras, de una ordenación «insuficiente» y «desfasada» para este tipo de alojamientos, de ahí que explicara que ya ha abierto conversaciones «con los hosteleros y todo el sector» –con presencia de representantes de Ávila– para impulsar «una nueva regulación» que «se adecúe al momento actual del 2024» y a las «nuevas necesidades». Este lunes, de hecho, está prevista la segunda reunión.
Aunque no hay un plazo concreto para la entrada en vigor del nuevo decreto porque siempre se trata de «procesos largos que no dependen solo de nosotros», sino que llevan sus trámites, avanzó que la idea es «tener el texto articulado para poder hablarlo antes del verano».
En esta conversación también nos adelantó algunos de los puntos que quieren incluir en una nueva regulación que, según se desprende de sus palabras, será más restrictiva que la actual, aunque no sea partidario de usar ese término. En todo caso, parece claro que, según lo que se está estudiando, habrá que cumplir más requisitos para poder ofertar una Vivienda de Uso Turístico, de manera que las que ya existan «dispondrán de un tiempo determinado para adaptarse a la nueva normativa».
González Pieras avanzó como principales criterios el hecho de que «tendrá que ser un servicio profesional ejercicio por un profesional», algo fundamental que se materializará «desde los puntos de vista laboral y fiscal». Además, habrá unos requisitos para que «la VuT se incluya dentro de una comunidad de propietarios» con una aceptación o por estatutos o por mandato de la directiva de la comunidad, en el marco de las sentencias del Tribunal Supremo que existen al efecto.
Asimismo, se va a dar por hecho que una vivienda turística que se comercialice a través de las plataformas de contratación que existen actualmente es una Vivienda de Uso de Turístico a todos los efectos y, como tal, tendrá que cumplir la normativa vigente, empezando por su registro. El director general de Turismo reconoce que hoy no todas las viviendas de este tipo que se promocionan y contratan a través de Internet en conocidas plataformas están debidamente inscritas, de ahí este punto.
Además, también se avanzó que las VuT y los apartamientos turísticos tendrán que cumplir «los requisitos que serán acordes a las necesidades de los clientes».
De forma paralela a la preparación de esta nueva normativa, la Consejería de Turismo de la Junta también aboga por reforzar la inspección y luchar contra los que están haciendo un uso turístico de las viviendas sin cumplir la normativa vigente, esto es, los que practican «una economía sumergida como la que existe en otros muchos sectores de la producción».
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