La Hermandad de Donantes de Sangre de Ávila celebró este sábado su Asamblea anual. Un acto de reconocimiento a quienes, en un gesto totalmente desinteresado y solidario, ponen su brazo para dar vida a otras personas y para hacer balance de un año en el que, como comentó su presidente, Alejandro Reveriego, «vamos manteniendo el nivel de donaciones, pues hasta la fecha contamos con 75 bolsas menos que el año pasado, pero tenemos que conseguir que de aquí al 31 de diciembre estemos por lo menos con una bolsa más que en 2022».
«Es un día de fiesta y de agradecimiento, pero también de recordar que todos los días se necesitan 450 bolsas para que los hospitales de Castilla y León funcionen», comentó Reveriego, quien recordó que actualmente hay en la provincia de Ávila alrededor de 6.000 donantes activos, que son los que van a donar regularmente, y volvió a insistir en la necesidad de «activar a la gente joven» porque, como dijo, «son personas muy solidarias, pero estamos en un momento de confusión y aunque acudimos a las redes sociales, el mensaje no acaba de calar».
En representación de la Consejería de Sanidad estuvo el viceconsejero de Asistencia Sanitaria, Planificación y Resultados en Salud. Jesús García-Cruces, quien puso en foco en «los verdaderos protagonistas», los donantes de sangre de Ávila y las personas que trabajan en la Hermandad y remarcó como retos a futuro superar «ese pequeño déficit existente en cuanto a incorporación de nuevos donantes, porque el ritmo ha bajado, y conseguir que los jóvenes den ese paso». «En la Junta estamos impulsando un canal de comunicación con el ciudadano, Sacyl Conecta, al que queremos dar una mayor funcionalidad también a la hora de donar sangre», comentó.
La gran fiesta de quienes dan vida - Foto: David CastroJunto a García-Cruces, también acudieron a este acto el presidente de la Diputación, Carlos García, y la teniente de alcalde de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Ávila, Paloma del Nogal. García felicitó la «magnífica labor que realiza la Hermandad de Donantes de Sangre y agradeció su gesto a los donantes porque «al final lo que hacen es dar vida, aportar esperanza para todas aquellas personas que están enfermas», mientras que Del Nogal, además de valorar el trabajo que realiza la Hermandad, les animó a «seguir trabajando para conseguir más donantes y motivar a los jóvenes».
reconocimientos. Durante esta gran fiesta de la Hermandad de Donantes de Sangre de Ávila, que tuvo como escenario el Lienzo Norte, se entregaron las distinciones a aquellas personas e instituciones que más han colaborado en esta causa. Así, el Diploma de Honor fue en esta ocasión para Juan Ignacio Ayuela, de Arévalo, por su implicación «desde siempre» en los objetivos de la Hermandad. Ayuela aseguró que era «un honor y una sorpresa este premio de la Hermandad, con la que llevó colaborando más de 15 años y en todo lo que pueda seguiré haciéndolo».
Por su parte, la Medalla de Oro de Honor fue entregada este año a José Miguel Jiménez San Millán, quien hasta este año y hasta jubilarse, fue jefe de la Policía Local de Ávila, quien afirmó que «es un honor recoger el reconocimiento de la Hermandad y una sorpresa, porque lo único que he hecho ha sido trabajar y ayudarles en lo que he podido, y este reconocimiento me llega al alma, porque veo la generosidad que hay aquí».
La gran fiesta de quienes dan vida - Foto: David CastroLa Máxima Distinción se concedió a la empresa Plastic Omnium de Arévalo, que una vez al año organiza una donación masiva en la que anima a participar a sus trabajadores. El director de la planta, Alejandro Martín, comentó que «es un honor recoger por segunda vez en los últimos tres años un premio de esta importancia, gracias al esfuerzo y la colaboración que realiza Plastic Omniun porque la responsabilidad social corporativa no se entiende sin gestos de este calibre».
También como cada año, entre las distinciones no faltó la de Donante del Año que fue entregada a Francisco Javier Almarza Soto, quien además de agradecer «tal honor», afirmó que «los agradecimientos y los honores se los tiene que llevar la Hermandad, que es la que hace posible que seamos donantes».