Dicen que tras la tormenta llega la calma. Pero en Ávila, tras un día como el viernes de lluvia y nieve, lo que llegó fue la crecida de los ríos y los desbordamientos, además de la nieve convertida en hielo, con dificultades para circular.
Una de las consecuencias directas, mientras se mantenía activado el Plan de Protección Civil ante el riesgo de inundaciones en Castilla y León en situación 1 en Ávila, fue que la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) informó del aviso de nivel naranja por crecidas en el río Adaja, en su paso por Ávila y Arévalo. Estos mayores caudales se vieron en la capital con la inundación del parque de El Soto, lo que también llevó al aplazamiento del Cross Memorial José Soriano que se iba a celebrar este domingo, puesto que se inundó todo el terreno por donde se iba a desarrollar la prueba deportiva. Además, a última hora de la mañana fue necesario precintar el acceso a El Soto ante la crecida del río Adaja, por seguridad en las zonas inundadas. El Ayuntamiento de Ávila se mantenía, con Policía Local y Bomberos, vigilando la situación, aunque ya por la tarde se veía que el nivel del agua había bajado.
Así lo certificaban también los datos que indicaban ese descenso puesto que el pico del Adaja en su paso por la capital abulense se alcanzó a las 7 horas cuando estaba a dos metros y medio de nivel y el caudal ascendía a casi 68 metros cúbicos por segundo cuando un día antes estaba poco por encima de los 12. Ese pico fue descendiendo progresivamente según pasaba el día, aunque es cierto que habrá que ver en las próximas jornadas si hay repuntes con un posible deshielo.
Aviso naranja por la crecida del Adaja en Ávila y Arévalo - Foto: Isabel GarcíaLo que sí es cierto es que la zona de la Moraña se ha visto afectada especialmente por este temporal, de modo que el sábado se vivió una crecida historica del río Arevalillo, que inundó huertas y margenes del río, y ocasionó daños, especialmente en el camino fluvial. La crecida del río Zapardiel también fue muy visible.
En general, según se confirma desde la Diputación, las zonas más afectadas por el temporal corresponden a Albornos, Viñegra de Moraña, Papatrigo, Narros de Saldueña, Crespos, Rivilla de Barajas, Cisla, Cantiveros, Rasueros, Horcajo de las Torres y Madrigal de las Altas Torres, en este caso como los pueblos con daños más cuantiosos que contactaron con el diputado de Cooperación Económica e Infraestructuras para elaborar informes.
La capital abulense se mantenía en las primeras horas del sábado en temperaturas bajo cero, lo que significó heladas visibles en el lienzo norte de la Muralla o incluso coches con restos de la nieve que cayó el viernes. Y es que el viernes fue una jornada de precipitaciones en forma de lluvia y nieve, aunque esta última estuvo más presente en la provincia que en la capital.
Aviso naranja por la crecida del Adaja en Ávila y Arévalo - Foto: Isabel GarcíaEn cuanto a los registros de precipitaciones, el máximo del viernes, dado que el sábado fueron escasas, estuvo en Candeleda con 44,8 litros por metro cuadrado, que fue la precipitación más alta de Castilla y León. También se superaron los 40 en El Pico o en El Barco mientras que la capital abulense registró 29,2 litros por metro cuadrado, según los datos de la Agencia Estatal de Meteorología.
Tras la nieve caída el viernes llega el momento de las heladas, propiciadas por la importante bajada de las temperaturas, lo que obligó a actuar en las diferentes vías para evitar problemas.
En general, la situación en las carreteras de la red de la Junta de Castilla y León estaba mejorando durante la mañana del sábado, por lo que el delegado territorial de la Junta de Castilla y León en Ávila, José Francisco Hernández Herrero, agradeció el gran trabajo desarrollado por el operativo, que permitía que no hubiera balsas de agua en las vías autonómicas.
Aviso naranja por la crecida del Adaja en Ávila y ArévaloAdemás, explicó que se había extendido ya sal por la mañana en gran parte de las carreteras, aunque en muchas de ellas se pedía precaución para circular y en algunas otras era necesario el uso de cadenas (tramos de la AV-110, AV-114, AV-120 y puertos de montaña). El puerto de Peñanegra permanecía cerrado.
Aunque se esperaba que la situación fuera mejorando, desde la Junta de Castilla y León se insistió en evitar desplazamientos innecesarios y consultar la situación de las vías antes de viajar.
En el caso de la Diputación, con las carreteras provinciales, recordaban que hay que mantener «máxima precaución al volante», mientras se mantenían todos los medios de su dispositivo de vialidad invernal en las carreteras a primera hora del sábado para hacer frente al hielo presente en muchos puntos de la red. Se esperaba «un duro día para todo el equipo de operarios, que ya ayer (por el viernes) trabajó a destajo contra la lluvia y la nieve y consiguió minimizar las complicaciones, aunque la intensidad de las precipitaciones fue tal que se hizo imposible evitar del todo algunos contratiempos y daños», explicó el diputado de Cooperación Económica e Infraestructuras, Félix Álvarez.
Félix Álvarez agradeció «la coordinación y el esfuerzo a los miembros de nuestro dispositivo y el trabajo de las demás administraciones para garantizar la seguridad y prevenir o reducir los riesgos y daños».
En toda esta labor en las carreteras, la Delegación del Gobierno de Castilla y León desplegó a un total de 211 quitanieves de la Dirección General de Carreteras en la Demarcación de Carreteras Oriental en las provincias de Ávila, Segovia, Soria y Burgos.
Con el dispositivo de la Diputación se llegó a esparcir 94.000 kilos de fundentes en 752 kilómetros de la red de carreteras que gestiona la Institución provincial, que son un total de 1.044.
Este domingo desde las 7 de la mañana, por tercer día consecutivo, está previsto reactivar el dispositivo para tratar la aparición de placas de hielo que puedan aparecer durante las horas nocturnas