El agosto más decisivo

Pilar Cernuda
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Pese a que Sánchez estará de vacaciones el próximo mes, el desenlace de la investidura de Salvador Illa y todo lo referido al 'caso Begoña Gómez' podrían condicionar el futuro del líder del Ejecutivo al frente de la Moncloa

Los últimos acontecimientos alrededor a la figura del socialista provocan que no se descarte cualquier escenario. / mariscal (efe) - Foto: Mariscal

Los dirigentes y cuadros medios de los partidos nacionales, fundamentalmente PSOE y PP, están avisados: deben permanecer alertas, incluso preparados, por si se producen acontecimientos que obliguen a regresar a Madrid para acudir a reuniones en las que se analicen medidas a adoptar ante esos posibles sucesos. ¿Significa eso que hay clima de convocatoria electoral porque Pedro Sánchez no va a soportar el cerco judicial y el informativo? No. Pero nada es descartable. 

Saben los periodistas, saben los jueces y fiscales, y sabe él también que hay mucha rumorología respecto a lo que puede suceder los próximos días. Circulan documentos que pueden poner contra las cuerdas a personas del entorno del presidente. Y aunque el socialista sigue acusando a la ultraderecha y al PP de impulsar una gran operación de acoso y derribo, ni hay actuación alguna ni la protagoniza Alberto Núñez Feijóo. Aunque le cueste creerlo, la investigación del caso Koldo se ha convertido en un cesto de cerezas en el que al sacar una salen otras detrás. A todo ello se suma la ayuda inestimable de personas que han trabajado con José Luis Ábalos, como el propio Koldo García, y en la Complutense, que hartos de callar, o por temor a que les alcance la ola, cuentan lo que saben y aportan los documentos que demuestran irregularidades. Y delitos. Aunque esto último tendrán que determinarlo los magistrados. 

Se inicia un mes de agosto decisivo, que se desarrolla simultáneamente en media docena de escenarios, a cada cual más convulso. En esa pista se juega, los próximos días, el futuro político no solo de España sino que uno de los escenarios tendrá un papel fundamental en la política internacional: Chicago.

La convención demócrata debe elegir a su aspirante a la Casa Blanca, que previsiblemente será Kamala Harris. Desde el momento en el que Joe Biden presentó su renuncia a la reelección y expresó su apoyo a la vicepresidenta, se ha convertido en el símbolo de la esperanza del Partido Demócrata. Ha dado un vuelco a las encuestas, y los republicanos se han visto afectados por los nervios -con la excepción de un Donald Trump que sigue pensando que nadie le puede vencer-, y ha provocado un aluvión de donaciones a la causa. Se ha despejado la única inquietud, que Obama no había expresado su apoyo a la política de Oakland. Lo hizo ayer, junto a su esposa. Fuera dudas, fuera temores.

Las consecuencias de la nominación de Harris, si se produce como parece que va a ser, tendrá repercusiones importantes en la política internacional. Porque si la californiana gana las elecciones de noviembre tanto en Ucrania como en Oriente Medio cambiarán las circunstancias que se daban por hecho cuando se había asumido el triunfo del republicano: Kamala no tiene un solo punto de cercanía con Putin, apoya sin fisuras a Zelenski, tiene una posición firme respecto a la guerra de Gaza, con respaldo a Israel pero condicionado y, al contrario de Trump, considera que la Unión Europea juega un papel importante en el mundo, lo que afecta a la política nacional. No solo como miembro del club continental sino por las relaciones con EEUU. Tanto si gobierna Kamala Harris como Trump, la relación con España estará muy condicionada por la base de Rota y la importancia de ese enclave de cara a los conflictos en Gaza y en Ucrania.

Hay que recordar el desdén con el que Biden trató a Sánchez en su primer encuentro, en Estrasburgo, donde ni siquiera se paró a saludarle aunque este último intentaba hablarle… hasta que alguien le sopló al presidente americano el nombre de Rota. Los encuentros futuros fueron como la seda.

Cataluña 'Mon Amour'

A nivel nacional, este 25 de agosto acaba el plazo para formar Gobierno en Cataluña. De no lograrlo automáticamente se convocarán elecciones.

En Moncloa afirman que ya hay acuerdo entre PSC y ERC para elegir a Salvador Illa presidente de la Generalitat, pero en el partido independentista el malestar es importante, con un movimiento interno para desautorizar a la dirección de la formación, lo que llevaría a nuevos comicios.

Paralelamente, Puigdemont sigue moviéndose para impedir la investidura, empeñado en ser elegido él mismo presidente. Afirma que contaba con la promesa de Sánchez de apoyar su candidatura para asegurarse así el apoyo parlamentario para seguir en la Moncloa. 

El líder de Junts enseñó la patita esta misma semana al impedir que el socialista aprobara dos importantes iniciativas parlamentarias, la Ley de Extranjería y la senda de déficit, lo que pone en riesgo la aprobación de los Presupuestos y la propia continuidad de Sánchez si sigue negándole el apoyo. El PNV, por otra parte, a través de un duro discurso de Aitor Esteban dio a entender que, escandalizado por el caso Begoña Gómez y sus ramificaciones, se cuidará de mantener el respaldo incondicional al líder del Ejecutivo.

Precisamente, este proceso judicial se ha convertido en la piedra de toque de la estabilidad del Gobierno, y también emocional de Sánchez, que ha cometido importantes errores que minan el grado de aceptación de la ciudadanía. Errores de bulto dirigidos a aquellos que están empeñados en aclarar la situación de su mujer, también de su hermano y de personas de su círculo político, que han llevado al presidente a intentar legislar para cortar las alas a la Justicia, fundamentalmente al Tribunal Supremo, y también a los medios de comunicación que ofrecen nuevas informaciones al respecto.

Agosto es un mes inhábil a efectos judiciales, pero se habilitan salas de vacaciones para dar salida a recursos que exigen decisiones sin demora. Es el caso, por ejemplo, del Tribunal Constitucional.

Se prevé, por tanto, un calendario cargado de noticias de gran repercusión política. Sánchez se irá de vacaciones con su familia, como todos los años. Pero no solo sus colaboradores estarán atentos al día a día por si deben regresar a Madrid. Serán semanas de convulsión.