Con todas las plazas cubiertas (30) y lista de espera se desarrollaron este sábado las Jornadas Micológicas de Ávila, que apoyadas por una adecuada temperatura, ayudaron a descubrir el mundo de las setas en un recorrido por la Dehesa del Gansino, un terreno de una gran biodiviersidad que pasa por encinas y pinares, lo que ayudó a poder in viendo diferentes ejemplares. La jornada contó con el experto micólogo Vicente Sevilla, quien llevó a los participantes en el recorrido que se realizó por la mañana y que llevó a acercarse a unas 50 especies. Para ello comenzaron en una zona de encinar para, al final del paseo, llegar a pinares e ir pasando por toda la biodiversidad de la zona, según explica desde la organización Felipe Nebreda, que señaló que pudieron ver «especies muy variadas» en una «zona interesante para recorrer porque en un pequeño entorno se ven especies muy diferentes». En el recorrido participan gente que repetía experiencia e incluso llegados de fuera de Ávila, además de quienes buscaban iniciarse en el mundo de la micología o utilizarla como 'excusa' para pasar una mañana en la naturaleza.
Esa riqueza no sólo abarca hongos más conocidos, como pueden ser la seta de pie azul o los boletus, además de níscalos en la zona de pinar, sino también otros más llamativos, como las amanitas. Todos ellos, según el Sevilla, «esenciales e importantes en muchos casos».
De «muy buena» calificó el naturalista la temporada de setas, significando que así venían siendo de forma habitual sin la influencia del cambio climático que, a su juicio, se está «dejando notar mucho», especialmente en lo que se refiere a la duración de la temporada de setas. «Dura mucho menos y hay menos especies», lamenta el micólogo, naturalista y divulgador, quien también incidió en que este año se está replicando lo que se venía registrando en temporadas pasadas.
En la jornada se buscó no sólo recoger setas sino aprender su diversidad y también a conocerlas. Por ello, tras el recorrido de la mañana se organizó por la tarde una parte que podría considerarse más teórica, pero que también tenía su componente práctico. Fue en el centro medioambiental San Nicolás donde se realizó la identificación de las especies recogidas, pudiendo ver detalles como las características, posibles confusiones o aspectos importantes.