El 2023 fue un mal año para la siniestralidad vial en la provincia de Ávila, no en vano fueron once las personas que perdieron la vida e en accidentes registrados en las carreteras abulenses en ese periodo. Con todo, la cifra fue inferior a la de un especialmente nefasto 2022, cuando el número de fallecidos en siniestros de tráfico se había elevado a quince. Así lo pone de manifiesto el balance de la Dirección General de Tráfico (DGT), que destaca que en el conjunto del país el número de personas fallecidas se mantuvo estable, con 1.145, frente al aumento de los desplazamientos de largo recorrido (+2%), del parque de vehículos (+1,7%) y del censo de conductores (+0,4).
En Castilla y León también bajó el número de víctimas mortales. El 2023 finalizó con 107 siniestros mortales en las carreteras de la región en los que fallecieron 119 personas, 17 menos que en 2022, mientras que otras 64 personas sufrieron heridas que requirieron su ingreso hospitalario.
En términos generales, y a la espera del detalle provincial, se apunta que la salida de la vía sigue siendo el tipo de siniestro que más fallecidos registra, con el 52% del total de las víctimas de la región, frente al 42% del dato nacional. Además, en la Comunidad se reducen los fallecidos en colisiones laterales y frontolaterales, mientras que los motoristas son el colectivo que más incrementa su mortalidad. La DGT aclara que este primer análisis es provisional y se refiere sólo a los siniestros mortales ocurridos en vías interurbanas y víctimas registradas hasta las 24 horas posteriores a producirse el accidente.
De esta manera, Ávila cerró el año 2023 con un balance provisional de 11 víctimas mortales de tráfico. Es la cuarta cifra más elevada del último decenio, junto a la de 2016, lo que sitúa a este ejercicio en la media anual del periodo. Y es que desde el año 2014 los fallecidos en accidentes de tráfico en la provincia de Ávila superan por poco el centenar. Los años con una mayor mortalidad fueron el 2015 y el 2022, con 15 fallecidos cada uno, seguidos del 2018, cuando hubo 15, y los años 2016 y 2023, con 11 cada uno. El resto de los años se quedaron por debajo de las 10 víctimas mortales, con las 9 de 2017, las 8 de 2014, las 7 de 2019, las 6 de 2020 y las 5 de 2021. Hay que apuntar, eso sí, que estos dos últimos años estuvieron marcados por el descenso de los desplazamientos por la pandemia.
De estos datos se desprende que en el último año la siniestralidad vial descendió un 27% en la provincia en términos anuales, al registrar 4 fallecidos menos.