El arte solidario y entre amigos de Eduardo López

M.M.G.
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Este artista con raíces abulenses ha contado con la ayuda de nombres conocidos como el cantautor Jorge Marazu,la actriz Ana Álvarez o el tatuador Willy Martín para crear una serie de obras cuya venta se ha destinado a Afávila

Eduardo López, con la actriz Ana Álvarez.

El artista Eduardo López nació en Madrid pero sus raíces se hunden en Ávila, tierra a la que regresa siempre que puede y a la que ahora, además, le unen los hilos de la solidaridad. Porque este pintor, escultor, ilustrador y diseñador industrial que en la actualidad ejerce de profesor en la Escuela de Arte de Madrid ha querido que las ventas de una parte de sus últimos trabajos sean para la Asociación de Alzheimer de Ávila (Afávila).

Unos trabajos que son, además, doblemente especiales. Porque a esa vertiente solidaria se une el que Eduardo los ha creado de la mano de seis grandes (y conocidos) amigos:  el cantante Jorge Marazu, la actriz Ana Álvarez, el productor audiovisual Miguel Oldenborg , el grafitero Spok Brillor, el tatuador Willy Martín y el ilustrador Raúl Arias. 

«Me encargaron 50 ilustraciones para un libro de relatos ('Selfies', de Owen Roberson, a la venta en Amazon) basados en selfies de Instagram», comienza a explicar Eduardo el origen de la muestra, celebrada hace unos días en la Sala de Exposiciones de la Escuela de Arte La Palma en Madrid. «El autor me pasaba el texto y las fotos y yo debía interpretarlos para que otra gente los pudiera dibujar», continúa explicando este artista el germen de una muestra en la que jugó un papel decisivo el tatuador  Willy Martín. Y es que Eduardo quería hacer un cuadro en el que él creara un persona que estuviera tatuada por Willy.«Pero como uno de los dibujos de la muestra era una chica con un tatuaje, finalmente se lo mandé a él para que lo coloreara», explica el artista con raíces abulenses, que  terminó pidiendo a cinco amigos más que hicieran lo propio con otros de sus trabajos.

«Paralelamente, mi madre, Mercedes, falleció en marzo», se emociona ahora al hablar de cómo fue entonces cuando decidió que los beneficios de la venta de esos trabajos tendrían que destinarse a Afávila, ya que ella padeció Alzheimer los últimos años de su vida.

Finalmente se recaudaron 1.000 euros que han sido muy bienvenidos en la asociación abulense.

Lo cierto es que ésta no es la primera vez que Eduardo López ha puesto su arte al servicio de los demás. Ya en pandemia, nos cuenta, y también de la mano de Willy Martín y de otros artistas, se lanzó a una subasta de obras de arte online. «Entre todos sacamos 100.000 euros para Banco de Alimentos», recuerda Eduardo aquella iniciativa bautizada como 'Art Madrid contra el covid'. «Batimos el récord, que lo tenía París con 40.000 euros», dice con orgullo sincero.

Ahora, va despidiéndose Eduardo, toca descansar.Aunque ya tiene claro que como el proyecto de la Sala de Exposiciones de la Escuela de Arte La Palma gustó mucho, querría, en un futuro, poder completar los 50 selfies para sacar el libro con todos ellos coloreados.

«Y también me haría ilusión hacer una exposición con los cuadros de mi padre, ahora estoy recuperando trabajos suyos», se refiere a  la obra de José López Trujillano.