Hace unos días Isabel Sánchez Tejado, presidenta de la Asociación de Empresarios del Norte de Gredos (Asenorg) ponía fin a más de una década ejerciendo como tal y agradeciendo a los socios la ayuda durante este tiempo, además de lanzando retos de futuro y repasando algunos de los logros del pasado.
Pues bien esta semana los empresarios, y al fin y al cabo quienes han sido sus compañeros de andadura, quisieron manifestar su apoyo a Sánchez Tejado, con un homenaje en el que fue nombrada «embajadora de Gredos». Desde luego toda una declaración de intenciones y el reconocimiento al trabajo desarrollado durante tanto tiempo.
El acto se celebró el pasado lunes en el Hostal Almanzor en Navarredonda de Gredos y de algún modo marca ese punto de inflexión en la vida de la homenajeada. Toda vez que se retira de su cargo son muchos los proyectos personales que tienen en el horizonte, así pues es el pistoletazo de salida a una nueva etapa.
De momento se desconoce quién tomará las riendas de una asociación en la que antes que Sánchez Tejado estuvo Francisco Sánchez, justo cuando la asociación se puso en marcha.
El acto del lunes fue para reconocer que los once años que ella estuvo en la Presidencia han sido fructíferos y que cuando se la eligió fue porque «sabíamos que era lo que Gredos Norte necesitaba. Ella cogió las riendas y durante su mandato seguimos avanzando con los proyectos que estaban en marcha y se han conseguido otros más que han sido un éxito. Será muy difícil sustituirla». Ésa es la conclusión.
De ello durante el acto de reconocimiento hablaron el propio Francisco Sánchez, pero también otros socios que quisieron agradecer la entrega de Isabel.
En un comunicado, los artífices del homenaje reconocieron que el momento más emotivo de este acto llegó cuando el actor Ramón Langa le hizo entrega del nombramiento simbólico de «Embajadora de Gredos» a Isabel Sánchez Tejado.
Fue Langa quien leyó las palabras que hacen a la homenajeada embajadora de Gredos puesto que esta sierra es uno de esos lugares en el mundo en los que «sin saber muy bien por qué, uno (ella) se siente a gusto», lugares en los que «hemos compartido momentos imborrables», lugares a los que «siempre volvemos y de los que nunca nos vamos del todo» y que «te hacen sentir parte de ellos» o a los que «acudimos sin nos sentimos agotados o vencidos sabiendo, de antemano, que allí todo parecerá sencillo». Lugares que atrapan como un imán y «nos hacen dejarlo todo para empezar de nuevo», «que nos reconocen y nos motivan, lugares para olvidarse y ser olvidado ... para vivir tranquilos». Eso es Gredos y de algún modo lo que significa para Sánchez Tejado.