La respuesta solidaria de la sociedad abulense en muchas facetas de la vida está fuera de toda duda, y esa capacidad de entrega y ayuda al resto de la ciudadanía se demuestra de una manera palpable con el funcionamiento de las agrupaciones de Protección Civil en la provincia de Ávila.
En estos momentos existen 28 agrupaciones de Protección Civil distribuidas por todo el territorio provincial con 740 voluntarios, lo que sitúa a Ávila a la cabeza de Castilla y León en el número de personas que prestan sus servicios en estas entidades, representando el 26 por ciento del total de voluntarios de la Comunidad.
La salud de la que gozan estas agrupaciones no puede ser mejor, y su presencia es esencial en muchas localidades para el buen desarrollo de todo tipo de actividades y para prestar su apoyo ante situaciones de emergencia. El crecimiento en un buen número de ellas está siendo exponencial en los últimos años. De hecho, desde 2019, y tras la eclosión de la pandemia de la covid-19, la cifra de voluntarios se ha incrementado en un 72 por ciento, pasando de 431 a los 740 que hay en la actualidad, como se apuntaba anteriormente, lo que demuestra la capacidad de la sociedad civil, cuando encuentra organizaciones que funcionan, para implicarse y movilizarse para dar su apoyo cuando se le requiere.
Estos voluntarios cada vez están mejor formados y desde las distintas administraciones se está haciendo un mayor esfuerzo para dotarlas de mejores medios. Ahora bien, no hay que perder de vista que sus competencias tienen un límite, y su capacidad de actuación en determinadas situaciones no puede suplantar a la de un profesional, que está capacitado y preparado para intervenir ante determinadas emergencias. Pero teniendo claros esos límites, que a veces puede llevar a pensar que la presencia de estas agrupaciones de Protección Civil es suficiente para tener cubiertas determinadas situaciones de emergencia, las administraciones deben seguir manteniendo intacto ese apoyo, y más viendo la excelente respuesta social por parte de los abulenses para implicarse y mostrar que están dispuestos a prestar su voluntariedad para ayudar y apoyar cuando se les requiere. Son una parte fundamental de esta sociedad, y desde la ciudanía se respeta y se respalda la labor que llevan a cabo.
Hay que seguir cultivando ese espíritu solidario y fomentando el voluntariado, no solo en estas agrupaciones también en muchas otras entidades cuya existencia depende de esa vocación de servicio altruista que existe entre la ciudadanía, y la sociedad, en su conjunto, debe agradecer y reconocer esa labor.