Malestar de vecinos y puestos por la ubicación del mercadillo

E.Carretero
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El mercado textil de los viernes se ha trasladado al Camino del Gansino y los vendedores se quejan de problemas de aparcamiento, menos espacio y menor afluencia de público

Malestar de vecinos y puestos por la ubicación del mercadillo

El mercado textil de los viernes, que habitualmente se instala en las inmediaciones de la Plaza de Toros, cambia cada mes de julio de ubicación con motivo de la instalación en el que es su espacio tradicional de las casetas de las peñas y de las atracciones feriales. Hasta este año una vez que comenzaban las fiestas de verano el Ayuntamiento de Ávila sacaba los puestos del mercadillo a la cercana avenida Juan Pablo II. Sin embargo este año los puestos se han trasladado un poco más lejos, concretamente al Camino del Gansino ya que la instalación de puestos en la avenida afectaba al carril bici que va por la misma. Ése es el motivo, asegura Juan Antonio Escudero, vendedor ambulante que habla en nombre de muchos de sus compañeros, esgrimido por el Ayuntamiento para trasladar el mercadillo textil de los viernes a esta nueva ubicación temporal. Un motivo que no solo no entienden los comerciantes sino que además, asegura Escudero, está dejando pérdidas en los negocios porque la nueva ubicación se ha realizado sin publicidad, lo que hace que muchos clientes se desplacen hasta las inmediaciones de la Plaza de Toros y al ver que no hay puestos piensen que no hay mercadillo. Esto, asegura Escudero, les está pasando especialmente a los clientes de los pueblos que, dice, cada viernes son mayoría. Además, esta nueva ubicación provisional mientras duren las fiestas de verano tiene otros inconvenientes que también se traducen en menos clientes. Se refiere en concreto este vendedor ambulante a los problemas de aparcamiento que con los puestos instalados en el Camino del Gansino tienen quienes pretende acudir al mercadillo. Y es que, asegura, en esta zona existen dificultades de aparcamiento que hacen que mucha gente al final desista de acudir al mercadillo. No solo Escudero habla de los problemas para aparcar que desde que el mercadillo se ubica en el Camino del Gansino se están produciendo en esta zona. También los vecinos se quejan de que esta nueva ubicación hace imposible encontrar un lugar donde dejar el coche. Es más, muchos recurren a aparcar en el parking de Mercadona lo que a su vez genera malestar entre los clientes de este supermercado.      

No solo eso, sino que los problemas para aparcar que ha conllevado la instalación los viernes del mercadillo en el Camino del Gansino también han afectado a los pacientes del Centro de Salud Ávila Rural, la mayoría de ellos de pueblos cercano a la capital abulense que acuden por tanto en vehículo particular al médico y que estos dos últimos viernes han visto cómo estacionar el coche en las proximidades del centro de salud era una tarea harto complicada. Para más inri, comentan, los viernes son días de extracción de sangre, con lo que la afluencia de pacientes es aún mayor y las dificultades para estacionar también. 

«menos espacio». Además de quejarse de que la nueva ubicación ha conllevado una pérdida de clientes, derivada de que el cambio de emplazamiento se ha hecho sin publicidad y también de las dificultades para aparcar en las proximidades del Camino del Gansino, los comerciantes también se quejan de que el cambio ha conllevado también menos metros para las tiendas ambulantes. «En la Plaza de Toros tenemos seis metros por puesto y aquí, cinco», asegura Escudero que calcula que en el caso de su puesto de calzado cada una de las dos semanas en la nueva ubicación le ha supuesto entre 250 y 300 euros de ingresos menos que cuando se instalaban en la avenida Juan Pablo II. «Para que todos los vendedores podamos vender necesitamos que venga mucho público», justifica este comerciante que lamenta es algo que ahora no ocurre. 

Además, afirma, este cambio de ubicación a priori tan perjudicial para los comerciantes se produce en verano, que es la época del año en la que más público y ventas tiene el mercadillo. «Pagamos regularmente porque si no pagamos y estamos al corriente no nos dejan ponernos», asegura este vendedor ambulante que se hace eco del malestar del resto de sus compañeros, unos 200 en total, y que lamenta que «nuestras familias y nuestros hijos viven de esto».  

respuesta municipal. Desde el Ayuntamiento de Ávila sorprenden las quejas sobre todo porque, se asegura, «el cambio de ubicación se decide con los propios comerciantes del mercadillo», afirmando que todos ellos están «informados en el momento tanto de la decisión que se adopta como de cuando se aprueba en Junta de Gobierno». Y es que, apuntan desde el Consistorio, «cada vez que hay un cambio pasa por Junta de Gobierno y se difunde».