Por la provincia abulense discurren una gran cantidad de ríos, algunos más caudalosos y conocidos que otros. Sin embargo, hay dos que sobresalen sobre el resto en cuanto a su peligrosidad: el Tiétar y el Alberche.

El catedrático José Luis Molina dirige el Grupo de Investigación IGA (Ingeniería y Gestión del Agua) dependiente de la Universidad de Salamanca (USAL), que se encarga de estudiar los flujos hídricos del territorio nacional y abulense. Según sus investigaciones, ambos ríos (pertenecientes a la Cuenca Hidrográfica del Tajo) son los que tienen más riesgo de desbordamiento de la provincia. Los dos tienen unas características propias y muy diferentes entre sí, pero que explican su peligrosidad. «El Tiétar está afectado por las tremendas pendientes de la faldas del sur de la Sierra de Gredos. Tiene una cuenca pequeña (no tiene demasiados afluentes o arroyos que descarguen en él), pero depende mucho de la orografía del terreno», afirmó.

En cuanto al Alberche, tiene dos circunstancias que le hacen propenso a desbordarse con relativa frecuencia (en octubre sufrió una gran crecida a su paso por Navaluenga). «El Alberche tiene una cuenca muy amplia, recibe agua de muchos lados. Pero, además, tiene un tema muy específico. El Alberche, en su curso más alto tiene una curva muy pronunciada que provoca que el flujo del propio río y de las nubes se alineen, lo que hace que se produzcan descargas en cascada», explicó Molina. Es decir, esta situación provoca que llueva más en aquella zona (próxima a la Venta del Obispo) y alcance un caudal pico mayor de lo habitual.