Guillermo J. Malo Herrera, exmilitar madrileño muy relacionado con la provincia de Ávila desde hace cuatro décadas a través de la localidad de Navalperal de Pinares, ofreció a la sociedad abulense la presentación de su primera novela, En los zapatos del que anda, una obra de ficción pero con un poso de realidad bien asimilado y transmitido en la que cuenta la forma de afrontar la realidad, que no es tal y como habían previsto, de un matrimonio cuando llega el momento en el que pueden disponer de todo el tiempo que hasta ese momento habían tenido que ceder al trabajo.
Este autor maduro pero novel, que con humildad se define como un «presunto escritor», explicó en su participación en el ciclo literario municipal 'El Episcopio presenta...' que el proceso de escritura de esta primera novela «ha sido bastante largo, porque la escritura es una afición que he tenido siempre pero nunca me lo había tomado en serio», gusto por la palabra escrita «al que ahora sí me he entregado más en serio, porque me apetecía hacer algo distinto de lo que estaba haciendo toda mi vida», un tiempo intenso durante el que fue «suboficial mayor de la Unidad Militar de Emergencias, paracaidista y estuve en varias misiones en diferentes lugares, y lo que me apetecía ahora es plasmar un poco las cosas que te van pasando, pero noveladas».
En esa trama en la que habla de cómo afrontar las realidades que frente a las intenciones impone al paso del tiempo, comentó Guillermo J. Malo que, «tal y como en la vida, lo que cuento es que siempre nos enfrentamos a algo que nos prueba continuamente y que se llama la adversidad, y que nos pasamos toda la vida luchando contra esa adversidad».
lograr objetivos. Explicó que «los militares decimos que no hay plan que resista al primer ataque», máxima a la que encontró perfecto paralelismo reflexionando que «también los planes que hacemos en la vida casi siempre se tuercen, y ante ello tienes que tomar atajos o tienes que dar vueltas para conseguir tus objetivos».
Trasladado ese convencimiento a En los zapatos del que anda, siguió explicando, «lo que planteo en la novela es la vida de alguien que ha estado dejando para su jubilación un montón de cosas, pero cuando llega ese momento se da cuenta de que las cosas que no haces cuando tienes que hacerlas muchas veces es muy difícil hacerlas después».
Esa realidad no la traslada el escritor a sus lectores desde la amargura o la desesperanza, sino «con el espíritu de animar a aprender todos los días una cosa nueva y, lo que es muy importante, a aprender de tus errores», y en cualquier caso «a no rendirse nunca porque siempre hay que ir para adelante, para atrás ni para coger impulso».
Fruto de esta experiencia satisfactoria de publicar una novela, y con la alegría añadida de estar ya enfrascado en una nueva, comentó Guillermo J. Malo que «esta de escribir es una experiencia que creo que deberían practicar todas las personas que tengan algo de tiempo, es más, incluso aconsejaría a todos los que se jubilan que escriban las cosas que les han sucedido en la vida, aunque sean noveladas, con personajes que no sean ellos, porque es una experiencia bastante agradable, que te satisface a ti y que ojalá que también guste a los demás».