El inmueble que en su día albergó el conocido bar Monet en la calle San Cristóbal número 6, en las inmediaciones de la plaza de Las Vacas, se vino abajo en la madrugada del lunes. No eran ni las seis de la mañana cuando se avisó de este suceso a los bomberos a través de una llamada que «entró por el 1-1-2». Por suerte no ha habido daños personales, pero sí materiales, pues dos vehículos, un coche y una furgoneta concretamente, resultaron gravemente dañados. Según apunta el jefe del servicio de bomberos, Alberto Pato, el edificio colapsó derrumbándose hacia el interior en su mayoría pero también hacia la calle donde se depositaron enormes escombros y piedras que fueron los causantes de los destrozos en los vehículos aparcados delante de la fachada del inmueble afectado.
En un primer momento llegó una dotación de bomberos que empezó a trabajar en la zona y a la que después se sumaron más efectivos de este cuerpo y también de la Policía Local para cortar todos los accesos al lugar y garantizar la seguridad de vehículos y peatones. Y es que se trata de eso su actuación "de evitar peligros en las inmediaciones", recordaba.
Por ello, buena parte de la jornada la dedicarán estos profesionales además a hacer trabajos «de consolidación, a evitar los peligros de posibles y pequeños derrumbes y continuar hasta que se pueda restituir a la mayor brevedad posible el tránsito hasta donde podamos llegar».
Derrumbe del edificio del antiguo Bar Monet, en Las VacasPor el aspecto que presentaba el edificio daba la sensación de tener que ser derruido entero pero esa cuestión explicaba Pato está ya en manos del propietario del inmueble porque «nuestra misión es evitar peligros de nuevos derrumbes». «Tendrá que hacer el propietario los trabajos que sean necesarios para que la construcción no esté abandonada».
Preguntado el jefe de bomberos sí la lluvia de los últimos días ha podido hacer mella y precipitar el derrumbe entiende que no es descartable. «Siempre la entrada de agua facilita que se pueda derrumbar» y en este punto recordó que «el trabajo de mantenimiento y conservación en las cubiertas es fundamental para evitar estas situaciones».
Como decíamos los trabajos este lunes de los profesionales que tenía a su cargo también obedecían a que «los pequeños derrumbes no afectaran al tejado del inmueble anexo» porque lo cierto es que el edificio que colapsó era un tanto más alto que éste y efectivamente podría afectar. Así pues «se trata de evitar que caigan cascotes a esa vivienda» (que no está habitada).
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Además del tráfico rodado, explicaba Pato, se cortó por un tiempo la luz para permitir que los profesionales trabajaran con seguridad. En ese sentido aseguró que se reestablecería «en cuanto retiremos los cascotes».Por parte del Ayuntamiento lo cierto es que hubo un gran despliegue ya que junto a los bomberos y la Policía Local se desplazaron a la zona los técnicos y arquitecto municipal, además del alcalde, Jesús Manuel Sánchez Cabrera, y los tenientes de Alcalde José Ramón Budiño y Juan Carlos Corbacho, quien es responsable del área de Urbanismo, entre otros.