El tai chi: el arte marcial del movimiento lento

M.M.G.
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La recién creada Asociación Abulense para la Difusión del Tai Chi y Artes Afines, que cuenta de momento con 15 miembros, busca acercar esta disciplina a la sociedad abulense

El grupo, que está abierto a todos aquellos que quieran sumarse, se reúne cada sábado en El Soto a partir de las 10,00 horas. - Foto: Isabel García

Veintitrés grados de temperatura en el termómetro. Corre, incluso, una ligera brisa.De fondo, el canto de los pájaros, algún ladrido suelto y, de vez en cuando, el sonido lejano de un coche. Protegido por las sombras que regalan los frondosos árboles del Soto, nos encontramos a un grupo singular: vestidos todos de blanco y negro, sus integrantes se mueven pausadamente, al compás, con las piernas ligeramente flexionadas y como empujando algo con los brazos. Son los miembros de la recién creada Asociación Abulense para la Difusión del Tai Chi y Artes Afines, que cada sábado a las 10,00 horas acuden al parque abulense para practicar un arte marcial que se desarrolló como tal en el siglo XVI, en China. 

Nos lo explica Pedro Herrero, monitor del grupo, que en el comienzo de nuestra charla aclara cómo, a pesar de ser eso, un arte marcial nacida para la defensa de las familias frente a los asaltantes de caminos, «no es nada violento.Tiene un entrenamiento que se caracteriza por practicar movimientos de manera suave, constante y lenta. Parece contradictorio, pero luego no es así, porque cada persona elige la velocidad a los que practica esos movimientos», comienza a descubrir este mundo.

Y cada uno de los movimientos es una postura de ataque o de defensa.«Son técnicas muy precisas estructuralmente hablando», descubre Pedro, que sabe bien que la dulzura de esos desplazamientos puede llevar a engaño. «Porque parece que son movimientos casi casuales, pero no lo son.Son muy precisos. Están definidos con mucho detalle», apunta.

Y con el tiempo, lo que comenzó siendo un arte marcial, resultó convirtiéndose en una disciplina con unos efectos colaterales para la salud tan importantes como positivos. Paz mental, desconexión, concentración, ejercicio físico... Las personas que practican tai chi encuentran en el mismo casi una terapia a muchos niveles.

«Además, está relacionado con otro gran arte, que es el chi kung: también un arte del movimiento que consiste en posturas y estiramientos coordinados con una actitud de concentración y con una respiración tranquila, pausada, regular», prosigue hablando el maestro sobre otra disciplina hermana que «produce un efecto de bienestar y de vitalidad muy saludable que se obtiene también con la práctica del tai chi».

Así, esos efectos saludables tan notables son los que habrían hecho que, al final, la gente haya dejado de lado el aspecto marcial y se haya pasado directamente al lado saludable y de cultivo del bienestar del tai chi. «Es que es un arte que trabaja el movimiento y el estado de la persona en su totalidad», no se cansa Pedro de hablar de las bondades de una disciplina que, explica, puede practicar en principio todo el mundo. «Esa forma de entrenar el movimiento con suavidad lo hace apto, en principio, para todas las edades y cualquier estado de salud», anima a los abulenses, apuntando, eso sí, que ante cualquier duda siempre se debe consultar previamente al médico.

En su caso, él comenzó la práctica con 18 años, y fue antes de la pandemia cuando comenzó a impartir clases.

Le preguntamos precisamente por la formación que se precisa para ello. «La formación reglada no existe en España, la transmisión sigue siendo a la antigua», responde. «Y aunque hay iniciativas muy interesantes en la Universidad Politécnica, que ha sacado un master de tai chi-chi kung, hasta ahora ha venido de la mano de distintas escuelas asociadas al prestigio y el buen hacer de determinadas personas expertas, de maestros».

¿Y qué nos puede contar de la nueva asociación abulense? «Somos conscientes de que sabemos poquito, pero queremos aprender más», valora. «La Asociación está planteada como un punto de encuentro, para practicar, para conocerlo y para darlo a conocer, porque pensamos que no es muy conocido», abunda, y habla también de cómo en la misma se trabaja ante todo, el aspecto del cultivo del bienestar. «Queremos ser rigurosos con las posturas, pero trabajamos en la búsqueda del bienestar», recalca Pedro, que subraya también la importancia que le dan al hecho de ejercitar el tai chi en contacto con la naturaleza. «Porque el tai chi es un arte del movimiento, imita la naturaleza», reflexiona, y sorprende al asegurar que, en este sentido, «ya hay iniciativas para usar el tai chi como recurso para la educación ambiental».

El correo electrónico de la asociación es asociacion.taichiavila@yahoo.com.