Manos abulenses para Jesús

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De las manos del joven escultor abulense Pedro González Martín nació la imagen del Jesús de la Salud, que en realidad forma parte de un conjunto aún sin terminar

El artista Pedro González, junto a su obra. - Foto: David Castro

Mucha gente no lo sabe pero la imagen del Jesús de la Salud que cada Lunes Santo sale de la iglesia de San Juan para participar en la procesión forma parte de un conjunto aún sin terminar. Un deseo que quién sabe si pronto se verá cumplido gracias a las manos del joven escultor abulense Pedro González Martín, que ya se encargó de crear la imagen actual.

Era el 16 de diciembre de 2006 cuando se bendijo la imagen del Jesús de la Salud, el punto culminante de un trabajo de un año para formar una imagen que a partir de ese momento fue un modelo para la devoción.

El propio creador explica que la obra es en realidad el Prendimiento, por lo que falta la imagen de Judas, la guardia del Sanedrín y otros apóstoles. Todos ellos formaran un conjunto para el que se está «esperando que en poco tiempo salgan más imágenes», aunque habrá que esperar a ver cómo lo puede afrontar la hermandad.

 Pero por el momento se cuenta con una querida imagen que supuso un reto personal para el escultor que llegó a esta obra de la forma más imprevisible posible cuando enseñó unas obras que había realizado y le preguntaron si haría una imagen para la hermandad, que fue quien recibió el proyecto y finalmente lo aprobó. Es por eso que fue todo un reto que el escultor no quiso desaprovechar, motivo por el que un tiempo después de finalizar la escultura pidió permiso para volver a trabajar en ella y dar el toque que él realmente quería.

Con todo este trabajo se consiguió una obra detallada, con el cuerpo tallado al completo (menos los brazos que son articulados para poder vestirlo). Con él se pretende transmitir serenidad, resignación y «también algo de dulzura en la mirada». Por ello se han cuidado los detalles, comenta el escultor, que se siente especialmente orgulloso de los pies y la cara de esta obra realizada en madera de cedro, estucada y policromada con óleo.

Supone la obra más importante de Pedro González Martín y «lo mejor que he hecho como profesional», dice. Para conseguir este resultado cuenta con la formación necesaria en Bellas Artes y el ciclo superior de Escultura, un bagaje que será imprescindible ahora que quiere relanzar su trabajo como artista. Eso sí, reconoce que es difícil abrirse camino en el mundo del arte, aunque quiera aprovechar las posibilidades de lo que es su vocación.