Llega este sábado al Lienzo Norte el espectáculo musical Lo mejor del Último, un homenaje a la música de El último de la fila y Manolo García que, de la mano de una banda que reproduce con fidelidad y respeto las grandes canciones que crearon ese grupo, en primer lugar, y luego su vocalista y compositor, tributo que lidera el vocalista Vicente Carpes y en el que acompañan músicos profesionales.
Vicente Carpes atendió a Diario de Ávila para explicar los detalles y el espíritu de un concierto con el que, resumió, «queremos homenajear una forma de componer y un puñado de canciones muy grandes, porque Manolo y Quimi hicieron una música que es pura magia y que sigue ganando con el paso del tiempo».
Todo un reto hacer un tributo a una banda tan grande, tan seguida y con una personalidad muy marcada.
La exigencia y el reto que significa en cualquier tributo, sea a la banda que sea, es mucha, porque si no lo haces bien es muy complicado llegar a la gente, es muy difícil crear en el escenario la magia necesaria, y si no eres capaz de llegar al público es muy complicado que salga bien.
La crítica afirma que ustedes sí cumplen bastante bien esa exigencia.
Lo intentamos y parece que lo conseguimos, con varios años de experiencia detrás. Yo empecé en este proyecto con músicos originales de El último de la fila, Antonio Fidel y Juan Carlos García que hicieron un casting y me eligieron a mí; después cada uno de ellos se fue a sus quehaceres musicales y yo seguí con mi grupo de toda la vida, y la verdad que llevamos ya nueve o diez años rodando por toda España.
Incluso los propios Manolo García y Quimi Portet, han hablado bien de su calidad como grupo tributo.
Así ha sido, las críticas han sido muy buenas y estamos súper agradecidos de que estén ahí apoyando nuestro proyecto.
¿Qué es lo más difícil que tienen para hacer un buen tributo a El último de la fila, la variedad de instrumentos, la voz aflamencada de Manolo, el conjunto...?
La complejidad viene dada por todo el conjunto, porque al final todo suma, pero evidentemente si el timbre de voz no es semejante al de Manolo es difícil llegar al público, porque él tiene un timbre especial y una forma de cantar entre aflamencada y moruna que el público espera, y si no lo consigues es más difícil conectar con la gente.
Tampoco será fácil elegir entre un repertorio muy amplio lleno de canciones magníficas.
Buena apreciación, porque es verdad que es muy complicado seleccionar un puñado de temas para un concierto entre los muchos éxitos de El último de la fila, a lo que se suma que también hacemos canciones de Manolo García en solitario. Es complicado y hasta última hora estamos decidiendo para llenar el par de horas que dura cada concierto.
¿Tienen algunas canciones digamos que imprescindibles?
Sí, hay canciones que por contarse entre las más conocidas y celebradas nunca puedes dejar de tocar, por ejemplo Insurrección, Aviones plateados, Lápiz y tinta, A San Fernando... Hay canciones que tienes que hacerlas sí o sí, porque la gente te las pide, por ejemplo, ¿cómo no vas a hacer Pájaros de barro? Tienen muchísimas canciones muy buenas, y nosotros intentamos siempre abarcar todos los gustos de la gente.
¿Cabe también algún tema de Los Burros y de Los Rápidos, o tan atrás ya no van?
También hacemos una pincelada de Los burros y Los rápidos con acústicos de Disneylandia y de Huesos, porque queremos abarcar todo lo que podemos de su trayectoria.
¿Aceptan propuestas del público o esa apertura complicaría ya mucho su actuación?
Abrirnos a las sugerencias del público podría ser complicado. A nosotros nos gustaría hacer tres horas de concierto o más, porque la verdad es que lo pasamos muy bien, pero tienes que acotar lo que tocas. Y lo que hacemos es que el repertorio cambia un poco dependiendo del sitio al que vayamos, indagamos un poco en qué canciones podían gustar más o menos en una ciudad y en otra, lo hacemos muy meticulosamente y la verdad es que acertamos bastante.
¿Saben que van a actuar en un escenario en el que también lo ha hecho Manolo García?
Sí, lo sabemos, y es habitual que eso nos pase en otros lugares, porque, por lógica, vamos a coincidir en varios escenarios que antes haya pisado Manolo García.
El último de la fila no sólo es un grupo con una música muy cuidada, abierta a muchas influencias, sino que también sus letras son muy líricas, ¿para ser lo más fieles posible tienen no solamente que hacer buena música sino también saber recrear ese hondo sentimiento?
Eso es esencial, pero no sólo en el caso de El último de la fila. Si cuando tú tocas la música de otro artista no eras capaz de sentirla como tuya cuando te subes al escenario no puedes transmitirla al público, y eso sería un problema; el sentimiento hay que ponerlo en cada canción, y haya 100 espectadores o haya miles siempre tienes que dejarte la piel en el escenario, no hay otra fórmula válida.
O sea, que el vaya a su concierto y cierre los ojos sentirá que está ante El último y no ante una banda tributo.
Eso intentaremos los que vamos a estar encima del escenario, seis músicos que procuramos reproducir como banda lo mismo que llevaba El último de la fila y que somos, aparte de yo como voz, batería, una guitarra eléctrica, otra acústica y española, teclado y bajo.