La abulense María Sánchez Blázquez, natural de Cuevas del Valle, ha publicado recientemente su segundo poemario, titulado Te escribiré mañana, un libro en el que aborda la superación de un proceso de dolor. 

Te escribiré mañana, explica su autora, «es un libro que básicamente describe un proceso de duelo», una experiencia vital dura e intensa que para transformarla en palabra ha dividido «en cuatro fases, que son las diferentes fases de la luna, pero que representan las fases de un duelo». Comienza esa andadura interior «en la luna menguante para componer la parte más triste del libro, esos momentos en los que estás peor, y va evolucionando por la vía de reflejar una mejoría de sentimientos en la que de empezar muy mal se consigue ir a un acabar bastante bien».

En esencia, siguió explicando, «lo que he hecho es un libro de versos de amor, un poemario que comienza con sus poemas más tristes para, a medida que van pasando las páginas, va mejorando un poco su dureza. Es a partir de la tercera luna, más o menos, cuando levantas un poco cabeza y vas viendo otros temas menos tristes, y cuando ya no solamente hablo de las consecuencias de una ruptura amorosa». Así las cosas, lo que comienza como «un poemario triste va avanzando para convertirse un poco en un canto al optimismo, un canto a la vida y a las muchas cosas alegres e importantes que hay que hacer en ella».

Para desplegar esa temática, María S. Blázquez ha optado por escribir un verso libre en el que cabe alguna rima, poca, «porque me sale más natural la libertad métrica y de rima, a pesar de que yo leo muchísima poesía y fundamentalmente a los clásicos; prefiero escribir de la manera más sencilla posible para que mi poesía sea fácil de entender y llegue a un mayor número de personas».

En este sentido, añadió, «sí que son muchos los que me han dicho que han leído este segundo poemario, y la mayoría de ellos me han trasladado que les ha gustado porque es muy natural, muy sencillo, muy fácil de entender, que es precisamente lo que yo buscaba».

Además, añade, «también me ha gustado mucho el hecho de que ciertos poemas que yo escribí por una razón personal concreta se los han aplicado esos lectores a su propia vida desde sus propias perspectivas, y eso me ha parecido importante porque significa que los hecho suyos, que les han llegado de tal manera que les han encontrado otro significado totalmente distinto».

Entre este segundo poemario y el primero que publicó, titulado Todos mis puertos, hay varios puntos de conexión, fundamentalmente el hecho de «tratar temas parecidos, porque yo escribo generalmente de cosas que me ocurren», pero «ambos son totalmente independientes. Empecé a escribir poemas a raíz de una ruptura amorosa, en un momento en el que estaba mal y necesitaba sacar ese sentimiento, y en ese sentido sí puede decirse que este segundo libro es como una continuación, pero insisto en que es independiente».