Cuando Helena Cerveto y Sara Uña recojan el próximo martes en el auditorio Miguel Delibes de Valladolid el Premio Francisco de Cossío 2024 en la modalidad de radio, habrán cerrado un círculo que se empezó a dibujar en diciembre de 2021, cuando ambas se conocieron y se vieron por primera vez en los estudios de Radio Nacional de España en Ávila. En esas instalaciones estas dos periodistas, de Barcelona y de Medina del Campo respectivamente, unieron sus carreras profesionales, a punto ahora de separarse, y personales, estas últimas seguirán. De esa manera comenzaron un trabajo en equipo que se ha visto recompensado con el premio periodístico más prestigioso de Castilla y León.
Su reportaje radiofónico 'Sequía y trashumancia. La historia de José Manuel' (se puede escuchar en las aplicaciones RTVE Play o RNE Audio) mereció, a juicio del jurado, recibir un galardón para el que Sara tiene clara su dedicatoria: «A Helena. No concibo la radio sin ella. Es mi referente». La idea del reportaje, emitido en el programa 'Más cerca' de Radio 5 a nivel nacional el 12 de junio del presente año, surgió gracias a las redes sociales, cuando se enteraron que debido a la sequía un pastor de Extremadura había adelantado la trashumancia y se encontraba por tierras abulenses. Para elaborar los 8 minutos de duración ahora premiados emplearon varios días de producción, edición y preparación, la parte más técnica, menos humana, pero imprescindible en un trabajo de estas características.
«Cuando supimos que el pastor estaba por Ávila», cuenta Helena, «hablamos Sara y yo de que podía ser un buen reportaje». «Lo primero era intentar localizar al pastor», sigue Sara, «y lo conseguimos gracias a una asociación de pastores de Cantabria, que nos facilitó su teléfono. Contactamos con él y nos dijo que ya andaba de camino por la zona de Arévalo. Había salido de Altamiros y estaba por San Pedro del Arroyo». Con esos datos, «cogimos el coche y salimos a buscarle. En principio iba a ir Sara sola, pero al final decidimos ir las dos juntas. Íbamos hablando con él y nos iba guiando en su localización hasta que llegó un momento en el que dejamos el coche y salimos a buscarle andando porque pensábamos que estábamos cerca», cuenta Helena, a quien se le ocurrió la idea de «empezar a grabar cuando íbamos andando buscándole. Oíamos a las ovejas y en el programa se escucha a Sara hablar mientras las busca. Ella no sabía que yo estaba grabando, pero pensé que podía quedar bien. Se oye el sonido ambiente del campo y nuestras voces».
Al final, «cerca de Horcajuelo dimos con José Manuel después de caminar un buen rato campo a través y gracias a un vecino del pueblo que nos dijo por dónde estaba», continúa Sara. Al llegar junto al pastor, Helena siguió grabando porque «no teníamos ningún guión. Fue una charla con él mientras iba andando. Contestaba a nuestras preguntas, pero seguía hablando con sus acompañantes, que eran familiares, y también gritaba a las ovejas y a su burro 'Evidencias'. Él estaba encantado, y nosotras también. Fue una charla con total naturalidad». Finalizada la jornada, y con más de una hora de grabación, empezaron a pensar cómo elaborar el reportaje.
«Teníamos un material vivencial que pensábamos que era muy válido para hacer un reportaje más amplio de lo normal. Hablamos con Madrid y dejaron que se fuera hasta 10 minutos cuando lo normal son 5», recuerda Helena, quien habla de «un montaje muy elaborado para que dé esa sensación de escuchar lo que estaba ocurriendo como si fuera un directo».
Terminado el trabajo, «fue Helena la que se empeñó en presentarlo a los premios, yo no lo tenía tan claro», apunta Sara. Su amiga afirma que «estaba convencida de que era un buen trabajo, tanto por el tema como por la forma en la que se había elaborado y por cómo había quedado. Decidimos presentarlo, y al final obtuvimos un premio que nos hace muy felices».
Pero esa felicidad no hay que buscarla únicamente en la recompensa a un trabajo profesional, sino que viene causada, principalmente, por el hecho de que un programa conjunto de ambas haya sido merecedor del Cossío en un momento, además, de cambios en la vida de ambas, sobre todo de Helena, quien está a punto de poner punto y final a su periodo de 13 años en RNE Ávila para marchar a Madrid. «Es un premio muy especial. Desde luego que es el mejor cierre posible a mi etapa en Ávila, pero lo que me hace especialmente feliz es que culmino con él 3 años maravillosos de trabajo conjunto de Sara y mío. Compartirlo con ella es mejor que el premio, sin duda. No tendría ni la mitad de sentido que tiene ahora si fuera sólo mío», afirma.
Para Sara, que cuando llegó a Ávila, «no había hecho radio en mi vida», el premio tiene el significado especial de que lo consigue junto a quien considera «mi referente en la radio, que es Helena. No concibo ni conozco la radio sin ella», y pese a que ahora se marcha de Ávila, Sara está convencida de que la vida les volverá a juntar, «no creo que sea lo último que hagamos juntas».
De momento, lo que es seguro es que el acto del martes en Valladolid, delante de sus familiares y amigos, será, entonces, un punto y seguido en el libro de sus carreras periodísticas, el que tuvo a Ávila como escenario, y a las dos amigas como protagonistas.