Los productores de cerdo blanco afrontan una nueva época en el sector. La recuperación de China tras la epidemia de peste porcina y la posible imposición de aranceles en contrapartida a los que ha impuesto la UE a sus coches eléctricos supone un varapalo para el comercio con el principal comprador de porcino español. Y además el nuevo mandato de Trump en Estados Unidos hará «más difícil» acceder a ese mercado debido al proteccionismo que caracteriza al nuevo presidente norteamericano.
Así lo ha asegurado el director de la Asociación Nacional de Productores de Ganado Porcino (Anprogapor), Miguel Ángel Higuera, que confiesa que está a la espera de ver cómo la Administración Trump despliega esa política. Aunque no es uno de los principales destinos para España, no deja de ser un mercado «muy interesante» al que nuestro país envía principalmente producto elaborado y jamón.
Por otro lado, el sector está también expectante para ver si Trump decide impulsar la producción interna de grano y soja. En ese caso, EEUU se vería con más necesidad de exportar, lo cual podría beneficiar a compradores como España, que necesita materia prima para la elaboración de piensos ganaderos con los que alimentar, entre otros, a los casi 35 millones de cerdos que hay en las granjas.
Nueva era para el porcinoSin salir del continente americano y en relación al cierre del acuerdo de libre comercio entre la UE y Mercosur, Higuera cree que el «principal problema» son las «diferencias» normativas entre ambas partes y ha lamentado que al sector agroganadero se le utilice «como moneda de cambio». Ha defendido que muchas de las actuales normativas europeas sobre bienestar animal o sostenibilidad han nacido como respuesta a las demandas de la ciudadanía y esas mismas administraciones que las implementan a nivel UE «abren la puerta ahora a productos que, se supone, no son demandados por el ciudadano europeo».
En concreto y, centrándose en su sector, Higuera ha asegurado que el acuerdo abre una oportunidad «muy interesante» para el porcino brasileño, país cuyas multinacionales «pueden tener ya un ojo puesto» en Europa porque supone «una baza estratégica de posicionamiento» a nivel del comercio global. Sin embargo, en sentido contrario, crecer en ventas con productos elaborados del cerdo en los países americanos «sigue siendo muy complicado» porque «no hay tanto consumo como aquí en España». Por todo ello, «estamos emocionalmente fastidiados» porque se ha llegado a un acuerdo «en el que no están equilibradas las dos partes».
Higuera ha hecho referencia también a la nueva Comisión Europea (CE) y se muestra optimista porque su eslogan es 'Competitividad' frente al de la anterior CE, que estaba centrada en la estrategia 'De la granja a la mesa'. Desde su punto de vista, la Comisión seguirá defendiendo las normativas referentes a la sanidad y al bienestar animal pero «siempre con un prisma de competitividad». Sin embargo, ve «más riesgo» en las políticas que quiera implementar la actual vicepresidenta europea de Transición Limpia, Justa y Competitiva, Teresa Ribera. «Como sectores productores agrícolas y ganaderos tenemos más riesgo con Ribera: es la sustituta de Frans Timmermans y veremos las políticas que quiere hacer contrarias a la producción y qué efectos tienen» porque «ya conocemos cómo es Ribera y cómo entiende la producción de alimentos y el medio rural», ha añadido.
A modo de radiografía sectorial, Higuera ha revelado que en 2024 se ha parado la «sangría» de reducción en la producción que arrastraban desde 2022, debido principalmente al impacto de la guerra en Ucrania que encareció los insumos pero también por las «exigentes normativas» comunitarias. En concreto, ha estimado que habrá un ligero repunte, entre el 0,7% y el 1% anual, lo cual demuestra «un cambio de tendencia».
A nivel ganadero, la rentabilidad económica «es positiva» porque la «estabilización» de los costes ha rebajado «un poco la tensión» vivida desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania. Las exportaciones, por su parte, «se están manteniendo» a pesar de que producir dentro de la Unión Europea es más caro y eso «nos hace cada vez más difícil competir en países terceros». Y el consumo interno también está repuntando por lo que «nuevamente volvemos a frenar la caída» de demanda nacional tras el «pico altísimo» de consumo durante el confinamiento en los hogares por la pandemia de la covid.
Respecto a la sanidad animal, ha hecho mención a que la peste porcina africana (PPA), con focos declarados en Alemania e Italia, sigue siendo una preocupación para los productores españoles porque, «de repente, el virus puede dar un salto y llegar». Por eso, «todas» las medidas preventivas que se desarrollen son «bienvenidas» y pone el foco especialmente en el riesgo que supone la posible entrada de «productos ilegales contaminados» con el virus.
Damnificados.
Por otra parte, Higuera, cree que la investigación china al cerdo europeo para determinar si impone aranceles se debe a un «tema político» y ve probable que el país asiático acabe imponiendo las tasas que «le dé la gana». «Si siguen los aranceles -europeos- a los coches eléctricos es muy probable que tengamos aranceles a la carne de porcino», ha reseñado. Además, ha mantenido que el sector del cerdo europeo está saliendo «damnificado simplemente» como consecuencia de esos aranceles europeos impuestos al coche eléctrico chino.
Higuera ha remarcado que el precio al que se vende el cerdo español en China es «mayor» que al que venden «otros competidores americanos», por lo que «no hay dumping», tal y como investigan las autoridades chinas. Eso le hace pensar que el procedimiento de investigación «no es correcto» pero «son los chinos los que investigan y los resultados serán los que ellos quieran exponer».
España resultará, en ese caso, la «gran damnificada» porque «somos el gran exportador de la Unión Europea a China» aunque habría que esperar a conocer la cuantía de las tasas impuestas porque, si es «desorbitada», habrá «muchos» productos que «directamente no los podremos vender» al perder competitividad frente al de otros productores como Brasil.
La historia del comercio con China ha pasado distintas fases desde la apertura de este mercado para los intereses españoles hasta la actual situación, pendiente de las autoridades de ese país. Hace unos años, por ejemplo, este país sufrió el impacto de varios focos de PPA que le hicieron depender de las importaciones de productos y España redirigió «muchas» de sus ventas hacia ese destino porque «pagaban más y mejor». Una vez el gigante asiático solventó esos problemas de sanidad animal y recuperó producción interna, el volumen de envío decreció, según ha rememorado.
Higuera es consciente de que están perdiendo «paulatinamente cuota de mercado en China» pero la producción y exportación nacional y del resto de Europa se mantiene por la capacidad del sector para «reposicionar los productos en otros mercados». De hecho, la caída de las exportaciones a China (un 25,4% menos en 2023 respecto a 2022) se ve en parte compensada por el incremento de las ventas a países comunitarios como Italia o Hungría, con incrementos del 15,9% y el 9,3% respectivamente. Además, la UE ha intensificado sus esfuerzos para expandirse en otros mercados asiáticos, como Corea del Sur y Filipinas, y en destinos de menor valor, donde ha logrado algunos avances. Además, existe un interés creciente en fortalecer la presencia comunitaria en otros mercados alternativos en Asia y América Latina, donde la demanda de carne de cerdo ha mostrado un crecimiento sostenido.
En cualquier caso, el sector afronta un año incierto. Las decisiones de un imprevisible Donald Trump pueden ser claves en los próximos meses, al igual que las resoluciones del Gobierno chino sobre de unos posibles aranceles que pueden provocar una reducción aun mayor de las exportaciones a ese país. Afortunadamente el porcino español es competitivo y ofrece unos estándares de calidad altísimos, lo cual probablemente le facilite la entrada en los mercados más exigentes.
Tándem ganadero-veterinario: vanguardia en bienestar y sanidad.
Desde hace años, el nivel de calidad del porcino español está entre los más altos del mundo. El sector se ha adelantado en ocasiones a normativas europeas e incluso ha establecido requisitos más estrictos que los impuestos por las autoridades comunitarias. «Ganaderos y veterinarios han asumido con firmeza los más altos estándares de producción responsable», ha destacado el director de la Organización Interprofesional Agroalimentaria del Porcino de Capa Blanca (Interporc), Alberto Herranz. «El tándem productor-veterinario ha sido determinante para llevar al sector porcino español a la vanguardia mundial en bienestar y sanidad animal», ha añadido.
Herranz ha subrayado el papel fundamental de los ganaderos de porcino, quienes «en estrecha coordinación con los veterinarios han asumido con firmeza los más altos estándares de producción responsable». Los ganaderos, ha puntualizado, «son los primeros responsables del cuidado de sus animales y su entorno, pero junto con los veterinarios forman un equipo esencial, ya que ambos tienen un interés común: velar por el éxito de una granja». Un buen ejemplo de colaboración exitosa entre ambas profesiones es la extendida implantación del sello 'B+ Compromiso Bienestar Animal', que «no solo garantiza los más altos estándares en bienestar y sanidad animal, sino que también refleja la excelencia de las granjas españolas y refuerza la confianza del consumidor, tanto a nivel nacional como internacional», ha explicado Herranz.
«El esfuerzo y dedicación conjunta de ganaderos y veterinarios no solo ha impulsado nuestro sector, sino que también refleja el compromiso del porcino español con la sociedad, garantizando alimentos seguros, saludables y producidos bajo los más altos estándares», ha concluido Herranz.