Un año más el Gobierno se dispone a saquear a trabajadores y empresas. A pesar de que las arcas públicas están llenas, vamos para el quinto año de recaudación récord, no parece suficiente. Así que en 2025 subirán otros 12 impuestos y ya suman 93 desde que Pedro Sánchez es presidente del Gobierno. La luz, el tabaco, el ahorro o los alimentos básicos, cuyo IVA vuelve a situarse en el mismo tipo, por lo que estos alimentos nos costarán más de lo que lo hacían antes de la rebaja. Los hogares seguirán su espiral de empobrecimiento, ya que la vivienda, el mayor de los gastos, sigue su escalada sin que el Gobierno haya movido un ladrillo. Muy al contrario, medidas como la prórroga de prohibición de desahucios o el límite a los alquileres sacarán del mercado más viviendas y los precios seguirán subiendo.
Y si los trabajadores dispondrán de menos renta disponible, si serán aún más pobres que en el año que ahora termina, las empresas también notarán el aliento de la voracidad de Hacienda y los delirios del Ministerio de Trabajo. Y eso a pesar de que una de cada cuatro sigue en pérdidas, sus costes son cuatro veces mayores que antes de la pandemia, el precio de los insumos ha subido un 35% o los costes laborales un 18,1%. También lo harán las cotizaciones en casi 6.000 millones de euros o se les obligará a nuevas reglas medioambientales que repercutirán en sus ingresos. No hay tregua. Cuando España sigue siendo el país de la UE con más paro, inversión en retroceso y deuda inasumible, se volverá a subir el SMI, se reducirá la jornada laboral o se las obligará a no despedir en 2 años si tienen a trabajadores en ERTE.
Todo lo dicho hasta ahora, lo acabamos de comprobar tras conocer los últimos datos hechos públicos por el INE con relación al tercer trimestre del año. El PIB creció un 0,8% pero fue logrado mayoritariamente a base de consumo público y llegada de turistas, que puede seguir a buen ritmo o no. Un crecimiento poco sano que no llega a hogares y empresas y que harán de 2025 un año lleno de incertidumbres, otro en el que más personas empobrecidas necesitarán ayudas para sobrevivir y miles de empresas se verán abocadas al cierre. Pero, no hay que preocuparse. Dice el presidente del Gobierno que somos la mejor economía del mundo.