Castilla y León no cumplirá con la ratio de deuda del 13 por ciento sobre el PIB que marca el Ministerio de Hacienda hasta 2040, siempre dentro de un «escenario inercial». Así lo pone de manifiesto el último informe publicado por la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal, que explica que ese «escenario inercial» se basa en una reducción de la ratio de tres puntos hasta el 2028, año de finalización del futuro plan estructural, que situarían el peso de la deuda autonómica en el 17% del PIB. 

El informe, recogido por Ical, hace esa estimación bajo las últimas previsiones macro-fiscales, que muestran un escenario presupuestario con una evolución positiva del saldo primario en el año 2024, con una corrección de un punto de PIB, y «cierta relajación» en el medio plazo, lo que supone un deterioro de 0,4 puntos hasta 2028. Al respecto, suponiendo que el saldo se mantiene constante a partir de ese año, la senda de la ratio de deuda muestra una reducción sostenida alcanzando el nivel de referencia del 13% del PIB en el 2040. 

El informe recuerda que desde el año 2007 (3,4%), la ratio de deuda sobre el PIB de Castilla y León aumentó 20 puntos hasta situarse en 2020 en su valor máximo (23,6%) coincidiendo con el repunte de la pandemia. También analiza el empleo de los mecanismos extraordinarios de financiación del Gobierno por parte de las autonomías, donde sitúa a la Comunidad en un uso bajo, y precisa que el peso de la financiación de Castilla y León a través de los mecanismos extraordinarios ha disminuido en los últimos años 20 puntos hasta situarse en el 12,8% del total de su deuda, muy por debajo del peso en el conjunto de las autonomías del 60,5%.