Editorial

Los últimos datos en turismo rural obligan a una reflexión

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Lo certifican los datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística (INE) y lo corroboran los empresarios del sector. El turismo rural en la provincia de Ávila sufrió el pasado año un  retroceso tanto en viajeros y pernoctaciones, una situación que debe llamar a una reflexión para encontrar la manera de dar la vuelta a esa tendencia negativa en la que se ha instalado un sector, que no obstante, sigue siendo pujante en su entorno como lo demuestra el hecho de que la provincia siga siendo la que más estancias tiene la región, lo que no deja de ser un muy buen dato, pero que no debe tapar las carencias de las que se avisa desde los profesionales implicados, que son los que mejor pueden orientar a la hora de adoptar las medidas para lograr en este año el repunte de cifras en el que confían.

El descenso es poco apreciable en viajeros, apenas un 0,9 por ciento, pero se dispara al 5,3 en las estancias, debido principalmente a la caída del visitante nacional, porque incluso los datos de extranjeros mejoraron. Las pernoctaciones sigue siendo, también en el rural, el principal problema del turismo abulense, que no encuentra con la oferta precisa que haga al viajero quedarse más días entre nosotros, lo que supondría, obviamente, un incremento del gasto que es, en definitiva, lo que se pretende conseguir con la mejora de las opciones para el turista.

Reinventarse para ofrecer algo distinto a lo que pueden tener provincias competidoras es una necesidad que desde Ávila se tiene claro y que le ha llevado, por ejemplo, a apostar de manera decidida por el turismo de estrellas, del que se espera que pueda dar un tirón importante con el avance y la puesta en marcha de proyectos de la enjundia de Stellarium, que puede significar un antes y un después para  este tipo de turismo.

Pero no hay que fiar todo ahora a este apartado turístico, sino que se puede seguir explorando los que todavía tienen margen de mejora en la provincia, como puede ser el deportivo, el gastronómico o el religioso, por poner sólo algunos ejemplos. En todos ellos convendría que provincia y capital fueran de la mano, porque serviría para que ambas mejoraran sus datos.

Las perspectivas que se manejan para 2024 desde la Asociación de Turismo Rural de Ávila son algo mejores y se confía en superar los datos del año pasado. Para ello piden ayuda a las administraciones, que deberían de escuchar esas peticiones y atender las que entren en sus competencias y capacidades. Atajar ese deterioro de viajeros y, sobre todo, pernoctaciones, es una tarea para la que se debe contar con cuantas más ayudas para de esta manera estar más cerca de conseguirlo.