Carlos Martínez Mínguez decidió dar un paso al frente del partido en el momento en que el PP liderad por José María Aznar alcanzó el Gobierno de España. Su desacuerdo con sus planteamientos conservadores impulsó a aquel joven soriano rubio y con pelo largo a dar un paso al frente en política.
Martínez Mínguez nació en Soria un 28 de junio de 1973, en el seno de una familia de izquierdas, coincidiendo con la celebración de La Saca, el día más grande de las fiestas de San Juan que él vive con fervor. Se declara a partes iguales soriano, san juanero y socialista.
Más allá de los localismos, el futuro secretario del PSOE de Castilla y León, lleva a gala ser feminista y apoya a la población palestina públicamente cada vez que puede. Colgó sus estudios de Ingeniero Agrónomo y tras repensar su futuro dio un paso al frente en el partido de la mano de la entonces alcaldesa de Soria, Eloísa Álvarez, que le asignó la responsabilidad de gestionar la Concejalía de Festejos y Juventud. Posteriormente, optaría a la Alcaldía y una sociedad como la soriana, con un fuerte componente conservador, dio una oportunidad al chico de la barriada que venía con ganas. Muchos de sus votantes no dudan en reconocer que son "carlistas que no socialistas".
Desde 2007 gana al PP elección tras elección y muchos de los apoyos que el alcalde ha recibido han llegado de personas ideológicamente más cercanos al centro derecha que a la izquierda más progresista que él representa. La clave del éxito es, sin duda, su afán por proyectar otra imagen de la Soria despoblada, decaída y triste donde nunca pasaba nada. La ciudad ha cambiado su fisonomía y desde que está bajo su mandato se ha renovado, tal es así que el difunto Javier Marías llegó a criticar las decisiones en materia urbanística que él adoptó por replicar en Soria modelos de urbe que nada tiene que ver con la ciudad poética que describió Antonio Machado. Aficionado a la pesca, Martínez tiene dos hijos con los que mantiene un fuerte vínculo a pesar de su apretada agenda. Los domingos acude a Los Pajaritos para ver al Club Deportivo Numancia.
A pesar de ser ahora el elegido por el aparato del partido en la carrera hacia el liderazgo de la Comunidad Autónoma, a lo largo de su trayectoria política, el alcalde de Soria siempre ha apoyado a aquellos líderes socialistas que no resultaban ganadores. Lo hizo abiertamente con Carme Chacón cuando se disputó la Secretaría General del PSOE con Alfredo Pérez Rubalcaba y en 2017 apoyó a Susana Díaz en vez de a Pedro Sánchez, lo que levantó un velado muro entre Martínez y el actual presidente del Gobierno.
De sus apuestas a caballo perdedor, el alcalde de Soria se ríe de sí mismo y afirma ser "gafe". A lo largo de estos años con responsabilidad pública, a veces de forma contundente y otras suavemente, no ha dudado en alzar la voz contra los gobiernos de uno y otro signo, sobre todo, eso sí, por los debes que el Estado y la Comunidad Autónoma tienen con la ciudad más despoblada de España y con menos infraestructuras de comunicación.
En 2007 se convirtió en el regidor más joven de una capital de provincia con 34 años. Desde entonces se ha mostrado imbatible en las urnas al conseguir para el PSOE cuatro mayorías absolutas consecutivas.
Concejal en el Ayuntamiento desde 1999, es además diputado provincial y vicepresidente y portavoz del Consejo de Municipios y Regiones de Europa (CMRE). También ha conocido la política autonómica de Castilla y León, pues fue procurador en las Cortes en la legislatura en la VI Legislatura, de 1999 a 2003.
En el ámbito orgánico, Carlos Martínez se afilió en su juventud al PSOE, partido que dirigió como secretario provincial en Soria entre 2002 y 2017, cuando cedió el testigo a Luis Rey, actualmente diputado nacional.
El alcalde de Soria es también diputado provincial y a partir de mañana se enfrenta a la dura tarea de fortalecer a un PSOE de Castilla y León que sueña como él en contar con un presidente socialista al frente del Gobierno autonómico.