"Cuando vi las murallas fue como en las películas"

E.Carretero
-

Mercedes Manquillo es una odontóloga colombiana que desde hace casi 17 años vive en Ávila, ciudad donde el año pasado abrió una clínica dental y de medicina estética

"Cuando vi las murallas fue como en las películas" - Foto: Isabel García

Mercedes Manquillo no olvida su llegada a Ávila. Fue el 3 de marzo de 2007. Una fecha que esta colombiana, «de un pueblo muy chico llamado La Argentina», recuerda perfectamente. «Ávila me encantó; desde el principio. Cuando vi las murallas fue como en las películas», comparte esta odontóloga y experta en medicina estética qué impresión le causó la ciudad que desde hace ya casi 17 años es su hogar. A Ávila llegó, rememora, con su marido, Robinson, también colombiano y que vino a España a trabajar como médico y para ocupar una plaza que estaba en Ávila. Desde entonces viven aquí. Y aquí también nació hace trece años su único hijo, que comparte nombre con su padre.   

Antes de viajar a España, recuerda Mercedes, ella ya había vivido fuera de su país, concretamente en Ecuador, donde realizó sus estudios universitarios. Tras terminar su formación se estableció en Calí, ciudad que nada tiene que ver con la capital abulense, de la que Mercedes destaca y valora «su tranquilidad», una de las cosas que más le gustan de la vida aquí. 

Ya en Ávila, Mercedes comenzó a trabajar en distintas clínicas odontológicas hasta que el pasado verano decidió ponerse por su cuenta abriendo una clínica dental y estética en la avenida Hornos Caleros, un negocio que lleva su nombre y con el que esta colombiana aún echa más raíces en Ávila. «Nos sentimos felices, acogidos y estamos muy cómodos», afirma esta odontóloga que prácticamente desde que llegó aquí se siente como «una abulense más». Y aunque afirma que de Colombia, donde viajan todos los años, lo que más echa de menos es a su familia también reconoce que en Ávila han hecho «muy buenas amistades», de esas que terminan siendo prácticamente familia. 

Además del Mercado Medieval, que tanto a ella como al resto de su familia les encanta, tanto que no dudan en vestirse según la tradición de la Edad Media cada septiembre, de Ávila también se queda Mercedes con el chuletón. «Soy muy de carne porque mi familia era ganadera», cuenta esta abulense de acogida a la que, asegura, le gusta cocinar y en cuya casa los platos colombianos siguen teniendo un lugar destacado. Platos como el sancocho, una sopa que lleva pollo, cerdo y falda de vacuno que se acompañan con plátano macho y yuca, y que forma parte del recetario de su casa. 

Y es que pese a llevar 17 años en Ávila, Colombia, apunta Mercedes,  no solo está presente en su mesa y en su cocina, también en sus celebraciones. Habla, por ejemplo, de Las Velitas, tradición que se celebra el 7 de diciembre, jornada previa a La Inmaculada, y en la que se prenden muchas velas que se dejan encendidas hasta que se apagan y que en casa de Mercedes, en Ávila, se sigue celebrando pese a la distancia y los años que esta pareja de médicos lleva ya fuera de su Colombia natal.