El inmueble que en su día albergó el conocido bar Monet en la calle San Cristóbal número 6, en las inmediaciones de la plaza de Las Vacas, se vino abajo en la madrugada del lunes. No eran ni las seis de la mañana cuando se avisó a los bomberos a través de una llamada que «entró por el 1-1-2» de este suceso. Por suerte, no ha habido daños personales pero sí materiales pues dos vehículos, un coche y una furgoneta concretamente, resultaron gravemente dañados.Según apunta el jefe del servicio de bomberos, Alberto Pato, el edificio colapsó derrumbándose hacia el interior en su mayoría pero también hacia la calle donde se depositaron enormes escombros y piedras que fueron los causantes de los destrozos en los vehículos aparcados delante de la fachada del inmueble afectado.

En un primer momento llegó una dotación de bomberos que empezó a trabajar en la zona y a la que después se sumaron más efectivos de este cuerpo y también de la  Policía Local para cortar todos los accesos a la zona y garantizar la seguridad de vehículos y peatones. Yes que se trata de eso su actuación, de evitar peligros en las inmediaciones. 

Por ello, buena parte de la jornada la dedicaron estos profesionales además a hacer trabajos «de consolidación, a evitar los  peligros de posibles y pequeños derrumbes y continuar hasta que se pueda restituir a la mayor brevedad posible el tránsito hasta donde podamos llegar». 

El edificio que albergó en bar Monet en Las Vacas se derrumba - Foto: Isabel GarcíaPor el aspecto que presentaba el edificio daba la sensación de tener que ser derruido entero pero esa cuestión explicaba Pato está ya en manos del propietario del inmueble porque «nuestra misión es evitar peligros de nuevos derrumbes». «Tendrá que hacer el propietario los trabajos que sean necesarios para que la construcción no esté abandonada».

Junto al antiguo bar Monet hay otros inmuebles, justo el que linda con él «tiene afectada la pared medianera». Así nos lo cuenta Raúl, quien es hijo de Jesús, el propietario de este edificio.Por suerte, él no se encontraba en la zona en el momento del derrumbe porque nos cuenta que no vive allí. Al menos no de momento porque «tenía pensado trasladarme a vivir aquí después de rehabilitar el edificio».De hecho cuenta que ya había pedido licencia para reparar el tejado y empezar por allí pero «lamentablemente la mudanza parece que tendrá que esperar».

Aunque después del suceso le avisaron nos explica que fue al salir de su trabajo, en torno a las seis de la mañana, cuando vio dos camiones de bomberos en tránsito pero «lo que no sabía es que venían a la que iba a ser mi futura casa». 

"Se veía venir". Junto a Raúl era testigo de trabajo de bomberos y técnicos municipales su padre, Jesús. Son los dos inmuebles contiguos al del derrumbe los que adquirió hace tiempo. «No vivimos aquí, pero sí tenemos cosas guardadas dentro», un tanto a modo de almacén, explica. «Yo me he enterado ahora que venía del pueblo» refiriéndose a primera hora de la mañana de este lunes. Reconoce que de algún modo no le ha pillado de sorpresa porque «se veía venir». Había grietas en la pared del edificio que se ha caído y que es el que linda con una de sus propiedades. Grietas que venían de hace tiempo y que se ha visto su evolución porque «se han ido haciendo más grandes».

Preguntado el jefe de bomberos sí la lluvia de los últimos días ha podido hacer mella y precipitar el derrumbe entiende que no es descartable. «Siempre la entrada  de agua facilita que se pueda derrumbar» y en este punto recordó que «el trabajo de mantenimiento y conservación en las cubiertas es fundamental para evitar estas situaciones». 

Los trabajos este lunes de los profesionales que tenía a su cargo también obedecían a que «los pequeños derrumbes no afectaran al tejado del inmueble anexo» porque lo cierto es que el edificio que colapsó era un tanto más alto que éste y efectivamente podría afectar.Así pues «se trata de evitar que caigan cascotes  a esa vivienda».

Además del tráfico rodado, explicaba Pato, se cortó por un tiempo la luz para permitir que los profesionales trabajaran con seguridad.En ese sentido aseguró que se reestablecería «en cuanto retiremos los cascotes».

Otro inmueble cercano, apuntalado.

Ayer fue el edificio de la calle San Cristóbal, pero no lejos de allí hay otro inmueble que preocupa en el sentido de que lleva tiempo apuntalado y tiene gran parte del tejado caído. Sobre él también fue preguntado el jefe de bomberos: «Nosotros hacemos la valoración de los inmuebles y se lo transmitimos a los propietarios porque es a ellos a quien corresponde la conservación y el mantenimiento»; por desgracia «nosotros entramos cuando hay situaciones como la que se ha producido hoy o cuando detectamos una situación de riesgo, apuntalamos, que es lo que hicimos».

Precisamente otro vecino de la zona recuerda que efectivamente preocupa este  edificio también porque lleva tiempo así y porque al parecer «son varios los herederos y no se ponen de acuerdo».Ese mismo vecino considera que respecto al derrumbe de la noche del lunes «se veía venir» porque hace tiempo que está en desuso pero también hace unos años estuvo alquilado a gente joven que ensayaba allí y que le habían contado que se les mojaban los instrumentos, es decir que el techo tenía oquedades por las que entraba el agua.

Por suerte ha ocurrido en la madrugada del domingo y sólo hay que lamentar daños materiales y es que recuerda este vecino de la zona que el barrio está en fiestas, las del Cristo de la Ilusión, y que el mismo sábado, es decir apenas 24 horas antes estuvo muy concurrido hasta bien entrada la madrugada porque había música y fue lugar de reunión de numerosos abulenses. 

La situación afortunadamente fue bien distinta la madrugada siguiente porque la fiesta, que también la hubo, se disolvió pronto, en parte porque era domingo «y la gente el lunes madruga» pero también porque «vino la Policía» y se disolvió pronto a la gente que estaba allí congregada, relata.

Al final es una tragedia pero que se ha saldado 'sólo' con daños materiales. Eso sí los afectados son varios, al menos el propietario del inmueble que colapsó, los de los dos vehículos y los de las casas anexas que cuando menos tendrán que esperar para rehabilitar su propiedad y trasladarse allí a vivir.

Por parte del Ayuntamiento lo cierto es que hubo un gran despliegue ya que junto a los bomberos y la Policía Local se desplazaron a la zona los técnicos y arquitecto municipal, además del alcalde,Jesús Manuel Sánchez Cabrera, y los tenientes de Alcalde José Ramón Budiño y  Juan Carlos Corbacho, quien  lo es de Urbanismo, Patrimonio, Servicios a la Ciudad y Barrios Anexionados  Medio Ambiente y Sostenibilidad.