Llega el momento de la infancia. De escuchar sus sugerencias y hacer que se conviertan en realidad, de que sean sus voces las que cuenten sus problemas y no los adultos quienes se los digan.
Para ello se celebró en el Ayuntamiento de Ávila el pleno municipal de la infancia como una forma de recoger las propuestas presentadas por los jóvenes de la ciudad en el transcurso del pleno municipal de la infancia.
El alcalde de Ávila, Jesús Manuel Sánchez Cabrera, presidió este pleno que contó con la participación de los jóvenes que integran el Consejo Municipal de la Infancia y que se enmarca en las iniciativas que se desarrollan en la capital, que por tercera vez de forma consecutiva, ha renovado su nombramiento como Ciudad Amiga de la Infancia que otorgan Unicef, el Ministerio de Juventud e Infancia, la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) y el Instituto Universitario de Necesidades y Derechos de la Infancia y la Adolescencia.
Optimización de espacios culturales como las bibliotecas municipales o La Casa de las Ideas, mejoras en los servicios que se prestan en seguridad en el entorno de los colegios o acondicionamiento de mobiliario urbano en parques y jardines, junto con un llamamiento a una mayor concienciación del conjunto de la población en relación con el medio ambiente y el cuidado del entorno fueron algunas de las propuestas que lanzaron los jóvenes que participaron en el pleno.
Todas ellas fueron recogidas tanto por el alcalde de Ávila como por los integrantes de la corporación municipal que asistieron a esta sesión plenaria, en la que también se dio lectura al manifiesto que se hará llegar a todos los centros educativos de la ciudad con motivo del Día Escolar de la No Violencia y la Paz, que se conmemora el 30 de enero.
El alcalde de Ávila destacó que lo que se pretendía era «escuchar las propuestas que tienen los niños de la ciudad de Ávila para poder cambiar el mundo desde aquí», como «una oportunidad muy importante para participar» porque el Ayuntamiento considera «que la infancia tiene que estar en un nivel muy alto dentro de la participación política y social de la ciudad».
Entre los niños que forman parte del consejo se encontraba Claudia Rodríguez que explicó que sus propuestas giraban en torno al medio ambiente y las estructuras de la ciudad para que pudieran estar «a la altura de los niños y los jóvenes».
Entre las propuestas había una de «optimización de los espacios de las bibliotecas que siempre suelen estar un poco más llenas de lo normal» y quieren «que puedan estar al alcance de más niños de la ciudad».
Esa es una de sus ideas pero lo que quedaba en el aire es si finalmente son escuchados, si todo no se queda en palabras. En opinión de Claudia «muchas de las propuestas que hemos hecho otros años se han llevado a cabo en la medida de lo posible y nos alegra que se nos pueda escuchar».
Para estas sesiones, los niños y jóvenes se preparan con «una reunión donde hacemos una lluvia de ideas de lo que queremos plantear y luego cada uno escribe una propuesta», que pasa a la coordinadora para llegar con todo preparado para el pleno.