El mismo día en que se cumplen cinco años de su primera toma de posesión como presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco ha puesto en marcha su primer Ejecutivo en solitario para marcar, ya sin el corsé de socios minoritarios, los designios de la Comunidad. Balón al suelo y a jugar. El dirigente autonómico ata en corto la crisis de Gobierno provocada por la decisión de Santiago Abascal de quebrar los pactos autonómicos con el PP y ya tenía lista la nueva estructura del Ejecutivo regional en menos de 15 horas. «Continuamos adelante», sentenció Fernández Mañueco, que no tardó ni dos minutos desde que arrancase su intervención este viernes para dibujar su nuevo equipo de Gobierno de su «total confianza».
Isabel Blanco, actual consejera de Familia y Servicios Sociales, consagra su ascenso bajo el ala de Fernández Mañueco, tanto orgánica como institucionalmente, y será la nueva vicepresidenta de la Junta de Castilla y León. Principal defensora de la postura del PP en cuestiones como la lucha contra la violencia de género o la acogida de migrantes, Blanco toma el relevo de Rosa Valdeón o María Jesús Ruiz, mujeres que ya ocuparon la Vicepresidencia autonómica.
El cese de dos de los tres consejeros nombrados por Vox en 2022 –Mariano Veganzones y Gerardo Dueñas– será suplido con dos caras nuevas y un intercambio de carteras. Se incorporan al Ejecutivo de Castilla y León la zamorana Leticia García Sánchez, hasta ahora delegada territorial de la Junta en Zamora, como consejera de Industria, Comercio y Empleo, y el segoviano José Luis Sanz Merino, también delegado territorial, como titular de Movilidad y Transformación Digital. Un nombramiento este último que lleva a María González Corral a ser la nueva responsable de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural.
Gonzalo Santonja fue el otro nombre propio de la jornada. El consejero de Cultura, Turismo y Deporte nombrado por Vox se mantendrá en el cargo por la «confianza personal» que Fernández Mañueco reconoció que tiene sobre él. Minutos antes, el ya exvicepresidente de la Junta, Juan García-Gallardo, había reconocido que le gustaría que sus tres consejeros también dimitieran, algo que finalmente no ha ocurrido con la permanencia de Santonja. A partir de ahora se procederá a realizar un análisis «individual y personal» respecto de los altos cargos de cada consejería –secretarios generales, viceconsejeros y directores generales–, donde se producen relevos ante la ruptura del pacto de gobierno por parte de Vox.
Más mujeres
Con estos cambios y manteniendo intactas el resto de consejerías, Alfonso Fernández Mañueco estrenará el lunes su nuevo equipo de Gobierno, el primero en solitario tras las dos experiencias de coalición con Ciudadanos y Vox, que estará conformado por seis hombres –dos menos– y cuatro mujeres –una más–. Condición, la de gobernar en solitario, que escenificó hasta en su llegada a la rueda de prensa para anunciar las medidas adoptadas tras la espantada de Vox. Él solo atravesó el pasillo con los retratos de los expresidentes de la Junta para adentrarse en la Sala de Mapas de la sede de la Presidencia donde le esperaban los consejeros.
«Estamos centrados en las personas de Castilla y León. Esa es mi preocupación y ese es mi horizonte», sentenció Fernández Mañueco, que quiso enviar un mensaje de «tranquilidad» y «estabilidad» a los ciudadanos. «Mi Gobierno sigue en marcha cumpliendo los compromisos y dando estabilidad a las familias, los trabajadores y las empresas de Castilla y León».
Una intervención en la que también tuvo tiempo de referirse a sus ya exsocios de Gobierno, para los que tuvo mensajes de distinto calado. En primer lugar agradeció, tanto a García-Gallardo como a los dos exconsejeros, su «trabajo y dedicación» durante los 819 días que ha durado el primer ejecutivo de coalición PP-Vox en una Comunidad. Gobierno que, según detalló, era «útil y eficaz» para los ciudadanos. No obstante, superado los formalismos y las despedidas, Fernández Mañueco dejó claro que el Gobierno PP-Vox «ya ha concluido» y ahora Castilla y León tiene un nuevo Ejecutivo que arranca «a partir de hoy».
Contra quien sí disparó fue contra la dirección nacional de Vox, a la que culpó en exclusiva de lo ocurrido en Castilla y León y en otros cinco territorios. «La dirección nacional de Vox se ha equivocado. Se ha equivocado porque ha pensado en los intereses electorales de su partido por encima de los intereses generales de los castellanos y los leoneses, se ha equivocado porque ha pensado que íbamos a renunciar a nuestros principios y a ceder al chantaje».