El sonido de la tradición vuelve a retumbar

M.E
-

Riofrío recuperó con éxito de participación su cencerrada de San Antón, una fiesta ancestral para celebrar la bajada de los pastores desde Cabañas que estuvo marcada por la ilusión de los vecinos

El sonido de la tradición vuelve a retumbar - Foto: Isabel García

LOS cencerros fueron los grandes protagonistas de la tarde del sábado en Riofrío, junto a la ilusión de los vecinos por la recuperación de una de sus tradiciones más ancestrales, la cencerrada de San Antón. Niños, jóvenes, adultos y mayores se dieron cita en Cabañas desde poco antes de las cinco de la tarde para secundar la propuesta lanzada por el Ayuntamiento de la localidad: volver a dar vida la celebración de la bajada de los pastores desde el anejo hasta el pueblo. 

La iniciativa fue un éxito de participación y de factura. El sonido de los cencerros retumbó con fuerza en la sierra y a él se unieron, para redondear la fiesta, varias vaquillas, en representación de los animales que pastoreaban antiguamente, además de las toras de Gemuño. Los participantes no dudaron en completar sus cinturones de cencerros con telas de saco atadas en las piernas, los brazos y el torso o con chalecos de borreguito, emulando a las ropas de trabajo de entonces. El grupo de dulzaina Raíces animó  la concentración en la plaza de Cabañas, desde donde partió una ruidosa comitiva que fue haciendo sonar toda clase de cencerros montaña abajo por el llamado camino de 'los muertos', aprovechando los rayos de sol de la tarde en medio de un paisaje idílico gracias a la nieve caída el día anterior. 

«Creo que va a ser un éxito y el día, además, acompaña», comentaba media hora antes del evento la alcaldesa de Riofrío, Raquel González. Todo apuntaba a que la idea, que pasaba por recuperar una tradición perdida hace unos cincuenta años con una fiesta «lo más parecida a como era entonces», había gustado, de ahí que agradeciera de antemano la ilusión de los vecinos.

Y entusiasmo, precisamente, era lo que derrochaba Daniel, vecino de Cabañas y 'superviviente' de las últimas celebraciones, antes de que se perdieran. «Vengo para recordar viejos tiempos, yo participé muchas veces hace muchos años, aunque antes estábamos tres días con ello», recordaba no sin dejar de destacar la alegría por poder volver a revivir aquello y por ver las ganas de los más jóvenes. «Encantado de que se vuelva a iniciar otra vez y de volver a sacar los cencerros», decía.

Mireia, también de Cabañas, era de las participantes más jóvenes, aunque también vimos a muchos niños pequeños. Para ella, lógicamente, era su primera vez. «Nuestros abuelos nos hablaban de ello y les hacía mucha ilusión volverlo a ver». ¿Volverás?«Ya nos hemos hecho los trajes para más años», comentaba con una sonrisa.   

Federico, otro de los participantes, llamó la atención por una máscara de vaquilla que confeccionó él mismo cuando se enteró de la iniciativa. «Yo soy de la última generación que hicimos la fiesta, hace más de 50 años,  y lo recuerdo con mucha ilusión, así que ha vuelto», destacaba. «Entonces era una fiesta de pueblo y era lo único que teníamos, a ver si se ilusionan otra vez los jóvenes, sobre todo». 

César González, teniente de alcalde del Ayuntamiento, tampoco dudó en coger su cencerro y en participar una fiesta que, parece, tendrá continuidad para que, «poco a poco, se recuperen tradiciones y vayamos dando ambiente al pueblo».

La fiesta iba a seguir en Riofrío, donde les esperaba «el fuego a modo de ofrenda, el vino caliente, la música y el chocolate».