EL numerosopúblico y un brillante sol de invierno, símbolo perfecto del nuevo tiempo que se espera a partir del 20 de enero, marcaron este sábado la jornada central de las fiestas grandes en honor a San Sebastián en Poyales del Hoyo. La representación, mediante un auto de fe, de la vida y martirio de San Sebastián volvió a erigirse en el momento álgido de un programa que arrancaba el viernes con el encendido de las tradicionales iluminarias de romero a las puertas de las casas, junto a una breve loa y al original espectáculo de danza 'A los 20 de enero las grullas en el agua y en el monte el romero'.

Y es que las grullas, ave muy presente en el Tiétar, y el romero a modo de conjuro fueron las grandes novedades de este año en el auto sacramental que cada año renueva con acierto Federico Martín Nebrás. La interpretación de su personal escrito volvió a ser posible gracias a la veintena de actores  llegados desde distintos lugares y capitaneados por el querido Víctor Poveda, que un año más volvió a descender los casi veinte metros de altura de la torre de la iglesia interpretando al santo como solo él sabe hacerlo. Las onomatopeyas y la poesía se dieron la mano en torno a un auto que llevaba por título 'Por San Sebastián la golondrina viene y el tordo se va'.   

El delegado territorial de la Junta de Castilla y León en Ávila, José Francisco Hernández Herrero, y otras autoridades locales y provinciales también se unieron a la celebración, iniciada con la Misa Mayor y a la que le siguieron la degustación de limonada y pan con queso y la puesta en escena a pie de iglesia.