La nave verderona del Óbila Club de Basket poco a poco va ganando tripulantes. El club abulense anunció a última hora del martes la segunda incorporación para su plantilla de la próxima temporada. Se trata de Mario García Fernández, un ala pívot de 24 años y 1,97 metros de altura que procede de Club Baloncesto La Solana, de la Liga EBA. Se une al escolta norteamericano Isaiah Christopher Willis, fichado también hace apenas unos días, quienes formarán parte de la plantilla que dirigirá Antonio Déniz, también incorporado este verano.
Mario García es un jugador muy físico y con gran talento para producir en todas las facetas del juego. Es un jugador capaz de anotar desde todas las posiciones cerca del aro, bien posteando, tras un rebote ofensivo o en contraataque. También cuenta con muy bien lanzamiento a canasta desde media distancia y una gran visión de juego. Otra de sus grandes características es su gran capacidad reboteadora, donde sus técnicos lo consideran todo un especialista. Esa gran capacidad de sacrificio y de garra le permiten defender a jugadores más alto y fuertes que él. Esto compensa su escasez de estatura, ya que no alcanza los dos metros, lo que podría considerarse un déficit jugando bastante dentro de la pintura.
La nueva incorporación del Óbila ha militado las dos últimas campañas en en el CB La Solana, en la provincia de Ciudad Real. Su rendimiento durante la temporada 2022-23 fue muy buena, en la que logró ser el cuarto jugador más valorado del subgrupo B-A de la Liga EBA, además del máximo reboteador.
La plantilla del Óbila aún está muy verde, pero la nueva dirección deportiva comandada por el presidente Jonah Callenbach está realizando fichajes de mayor nivel para tratar de pasar menos apuros que los de esta campaña pasada.