El fin de las jaulas en la cría de animales que persigue la Unión Europea es un asunto polémico. Adaptar las instalaciones supondrá un gasto para los ganaderos y, en casos como la cunicultura, ni siquiera está claro que suponga una mejora en bienestar para los animales. En cualquier caso, una de las ramas productivas que más afectada se va a ver es, sin duda, la avicultura de puesta.
Por ello, la nueva directora de la Interprofesional del huevo y sus productos (Inprovo), Mariluz de Santos, ha pedido apoyo y ayudas públicas para que el fin del uso de las jaulas «no deje a nadie atrás» ya que, de lo contrario, teme que esta transición «se lleve por delante» a una parte del sector. Tras ponerse al frente de Inprovo, analiza uno de los pasos legislativos que la Unión Europea está estudiando, como es el mencionado fin en el uso de jaulas para la producción animal; además, está activa la iniciativa ciudadana europea 'End the cage age' ('Acabemos con la era de las jaulas'). Cabe recordar que en 2021 el Parlamento Europeo votó a favor de prohibir las jaulas, adoptando así dicha iniciativa, e instó a la Comisión Europea a declararlas ilegales en toda la Unión Europea en 2027.
De Santos es partidaria de que decisiones de este calado se basen en estudios previos «suficientemente robustos» para que las decisiones que se tomen sean «sensatas» y tengan en cuenta «la realidad de los sectores». No tiene «ninguna duda» de la apuesta del sector por el bienestar animal, pero es partidaria de tener en cuenta que ese cambio de modelo de producción «cuesta un dinero» para unos productores a los que «apenas les ha dado tiempo a amortizar» la inversión que hicieron «recientemente» para pasar del uso de jaulas convencionales al de las llamadas jaulas enriquecidas. Por esa razón demanda «apoyo y compensaciones económicas» públicas, una mayor «certeza legislativa» y un período de transición «suficiente» para «no dejar a nadie atrás».
La responsable de Inprovo ha recordado un estudio elaborado por el COPA-COGECA (agrupación de agricultores, ganaderos y cooperativas europeas) que estimaba tasas de abandono en el sector de la avicultura europea del 12% por no poder afrontar ese fin de las jaulas. En el terreno nacional, un estudio de la Universidad CEU Cardenal Herrera de Valencia estima en 2.300 millones de euros la factura que costará este cambio de sistema, «equiparable a la facturación del sector en todo un año».
Un coste que, se prevé, tenga repercusión a lo largo de la cadena alimentaria porque, según el informe, se calcula que la docena de huevos de gallinas sueltas en gallinero subirá, de media, 50 céntimos de euro. A pesar de ello, el sector «está haciendo ya un esfuerzo muy importante de adaptación» y, de hecho, las gallinas alojadas en sistemas alternativos a la jaula se han triplicado en seis años, pasando del 12,2% en 2017 al 33% actual, según los datos de Inprovo.
Otras normativas.
También a nivel de normativas comunitarias, De Santos valora la actualización del reglamento de comercialización de huevos porque pretende «mejorar la transparencia y la información al consumidor». Incluye, entre otros aspectos, una nueva nominación para los huevos de gallinas criadas en suelo -que pasan a denominarse «gallinas sueltas en gallinero»-, se recoge el etiquetado para los huevos aromatizados y también se obliga a que los huevos se marquen, salvo excepciones, en la granja «para garantizar la trazabilidad».
A la nueva Comisión Europea le pide «diálogo y colaboración» de cara a las «novedades» legislativas que están por venir y que sus propuestas estén «apoyadas en una base científica sólida». En cuanto a la innovación, cree que el lanzamiento de huevos aromatizados es «sólo un ejemplo» de los «muchos» que hay y demuestran la apuesta del sector por el «desarrollo de I+D+i».
Destaca también la utilización de la membrana de la cáscara de huevo, rica en colágeno y ácido hialurónico, en cosmética pero también en productos para regeneración ósea; el uso de clara de huevo para batidos proteicos, «muy valorado» en colectivos como el de los deportistas; o la cáscara, con alto contenido en carbonato cálcico, para fabricar azulejos.
De Santos cree que llega en un momento «bastante interesante» para el sector con retos «próximos». También considera que es un momento «indudablemente» bueno para el sector en cuanto a ventas de huevo en los hogares: aumentaron un 8,7% en volumen en 2023 (+30% en valor) y un 3,7% en volumen en el año móvil a julio (+4,8% en valor).
Es algo que indica que el sector del huevo «está de moda y se ha convertido en esencial», ganando imagen sobre sus ya archiconocidas propiedades nutritivas; algo a lo que han contribuido acciones de promoción e información como las campañas 'Los juegos del huevo' o 'Saludoble'. Además, De Santos mantiene que el sector es «un impulsor potente» del desarrollo rural y territorial.