Chamartín tiene siempre muy presente sus orígenes vetones. Pero es cierto que, una vez al año, ese orgullo vettón se hace más fuerte gracias a Lugnasad.
De esta manera, cientos de personas acudieron a la localidad para participar en las actividades organizadas en torno al castro de la Mesa de Miranda y la necrópolis de La Osera. La jornada del sábado, por la tarde, estuvo protagonizada por una visita representada al castro, de la que disfrutaron alrededor de 350 personas, tal y como se apuntó desde el Ayuntamiento. Siguió una charla astronómica, danza y percusión y, por la noche, desde el polideportivo, tuvo lugar una observación de estrellas.
El domingo por la mañana se desarrolló la tradicional marcha arqueociclista desde el pueblo hasta el castro vettón. A la vuelta, se inauguró el Mercado Agroalimentario, con 22 puestos de productores y artesanos. Aceites de la cooperativa de olivareros de San Esteban del Valle, miel de Candela, quesos de Burgohondo, los vinos y el vermú de Diez Delirios, las cervezas de Raíz Cuadrada o la hidromiel de Burgohondo, además de los dulces de Muñogalindo, estuvieron presentes en el mercado en el que también hubo puestos de artesanía.